lunes, 19 de septiembre de 2011

Hablar o callar

En ocasiones, cuando publico una entrada nueva en el blog, pienso en lo que dice Jarabe de Palo en una de sus canciones: “no quiero volverme esclavo de mis palabras sino ser el dueño de mi silencio”.
Es cierto que podemos ser esclavos de lo que decimos pero no es menos cierto que de sabios es el rectificar. Si alguna vez considero que lo que dije en una ocasión no está de acuerdo con lo que debería ser mi comportamiento, no cabe duda que no me dolerán prendas para desdecirme de ello y, si es preciso, pedir disculpas humildemente.
Estos actos de humildad no son frecuentes en los días que corren y, sin embargo, sería de desear que proliferaran para el bien de la especie.
Hay quienes piensan, como se decía al principio, que es mejor callar pero considero que ésa es una actitud cobarde y egoísta porque los demás necesitamos de la palabra del otro aunque sea para no tenerla en cuenta o, incluso, para rebatirla.
Si me he de callar, que me callen con un beso.

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