jueves, 17 de mayo de 2012

Debutante


“Eran las cinco en punto de la tarde
Eran las cinco en todos los relojes”
Andrés recitaba mentalmente el poema de Lorca mientras esperaba el momento más importante de su vida después de su propio nacimiento. Su nacimiento, ¡qué lejos estaba ya aquél día en que su madre dio a luz a su quinto hijo (no hay quinto malo), a su Andrés de su alma y de sus desvelos!, desvelos, sí, desvelos, porque Andrés no había sido un niño difícil pero sí un tanto rebelde sobre todo en lo tocante a los estudios y a la elección de su futura profesión.
Su madre hubiera querido que fuese Ingeniero como había sido su padre a quien no conoció ya que murió en un accidente dos meses antes de que Andrés naciera, era pues hijo póstumo y por eso fue su madre la encargada de velar por el porvenir de sus cinco vástagos, todos ellos varones y todos ellos médicos menos Andrés a quien los libros le daban alergia o algo parecido porque no había querido tocarlos a partir de la adolescencia que es donde se suelen agudizar este tipo de enfermedades según decía Federico, el hijo mayor, que era especialista en medicina interna y algo debía saber al respecto.
Pero hoy era para Andrés el día más feliz de su vida, era el día de su debut, el día que había estado esperando desde que acudió por vez primera a la escuela de tauromaquia donde su amigo Antonio se preparaba para ser torero, torero sí, matador de toros y, casi con toda seguridad, figura del toreo al cabo de pocos años.
El sonido de los clarines le despertó de su ensimismamiento, tenía que prepararse porque la puerta de cuadrillas ya estaba abriéndose. Se colocó bien el sombrero de ala ancha y se estiró la chaquetilla del traje corto, cuando acabase el paseíllo y sonasen de nuevo los clarines, él tenía que abrir la puerta de toriles y dar larga al primero de la tarde.


2 comentarios:

  1. JF, por favor sigue con el relato (me has "enganchao"), si te veo en la plaza el sabado, ya me contarás el final de la faena de Andrés.

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  2. No nos vimos en la plaza pero el final del relato sí está en el blog

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