viernes, 29 de junio de 2012

Cambio de identidad


Llevaba ya varios días en aquél apartamento y no se había atrevido aún a salir a la calle. De todas formas era improbable que alguien le reconociese porque su aspecto actual distaba mucho de parecerse al que tenía tan sólo unos meses antes cuando se presentó voluntariamente en la comisaría de policía para testificar en un juicio por asesinato contra aquella pandilla de maleantes que tenían aterrorizado al barrio.
Había exigido un cambio de identidad total para que después del juicio no pudieran reconocerle. Se había sometido a una operación de cirugía estética para que le cambiaran totalmente su fisonomía, incluso le habían hecho un trasplante de cabello para ocultar su calvicie y, mediante una operación de alargamiento de huesos, había crecido cinco centímetros, era pues prácticamente imposible que nadie le relacionara con su vida anterior. Los policías que estuvieron con él antes de su cambio de aspecto no le habían visto después y el médico era otro testigo protegido que no hablaría del caso a nadie. Sus datos personales habían sido totalmente modificados y se había mudado de ciudad a más de dos mil kilómetros de distancia.
Ahora sólo le quedaba conocer gente y buscar un trabajo para integrarse totalmente en su recién estrenada vida.
Decidió salir a pasear por el parque que había frente al edificio de apartamentos y tomar un café en algún bar cercano. Debía hacerse visible para que las personas de su nuevo barrio le conociesen.
Bajó en el ascensor y llegó hasta la calle sin encontrarse con ningún vecino. Cuando, tras cruzar la calle, se internó en el parque se dio cuenta de que la gente que se encontraba en su camino le miraba con cara de sorpresa y apretaba el paso para distanciarse de él. Pensó que, al ser una ciudad pequeña, las personas eran bastante desconfiadas ante un desconocido y por esa razón evitaban estar en su cercanía.
- Bueno, - pensó – con el tiempo se irán acostumbrando a mi presencia e incluso haré amigos.
Atravesó el parque y se acercó a un kiosco de prensa para comprar el periódico.
El kiosquero le miró como si hubiera visto un monstruo, le dio el periódico que pedía y se dispuso a cerrar su establecimiento a la carrera.
La actitud del individuo le preocupó pero siguió su camino para volver a su piso sin detenerse a tomar café como fue su intención primera, ya le habían pasado bastantes cosas raras a lo largo del corto paseo.
Tomó el ascensor y entró en el apartamento dispuesto a leerse el periódico para tratar de encontrar alguna oferta de trabajo. Se arrellanó en uno de los sillones del salón y abrió el diario…
- No,… aquello no podía ser… Aquello era totalmente imposible – se dijo para sus adentros.
Su fotografía aparecía a toda página y al pie podía leerse con letras de buen tamaño:
Este es el “Asesino del Parque”, cualquier persona que lo identifique debe llamar rápidamente al teléfono de la policía…
No le dio tiempo a terminar de leer siquiera porque sonaron unos enérgicos golpes en la puerta y una voz imperiosa dijo:
- Abra a la policía y no intente escapar porque está rodeado.

martes, 26 de junio de 2012

Silencios rotos


Cuando las sombras de la noche amenazantes empujaban inexorables a las últimas luces de la tarde, se dejaba oír el monótono canto de los cucos que, poco a poco, daba paso al griterío incesante de los grillos.

Los aromas de la noche estival iban inundando el aire que comenzaba a dejar el calor en manos de una suave brisa refrescante y animaban a la contemplación de un cielo tachonado de estrellas que intentaban, sin éxito, emular la claridad de una luna inexistente.

Me tumbé sobre la mullida pradera del jardín y dejé volar mi imaginación y mis sentidos que, como pájaros recién liberados, volaron sin rumbo tropezando con las múltiples sensaciones que entre la oscuridad les acechaban.

Cada sombra se me antojaba una figura misteriosa que podía recrear a mi capricho y hacerla cobrar vida para sentirme un poco Dios unos momentos…

- ¡No olvides apagar la luz de la cocina cuando vayas a acostarte! – sonó su voz en medio del silencio y el encanto de la noche se rompió en mil pedazos.

viernes, 22 de junio de 2012

Quería ser Pirata


Su ilusión por ser pirata le acompañaba desde la más tierna infancia. Había leído durante su adolescencia todos los libros de Emilio Salgari, Alberto Vázquez-Figueroa, Robert Louis Stevenson, John Steinbeck, Rafael Sabatini, Julio Verne y Howard Pyle, y se sabía al dedillo todos los nombres de los capitanes piratas y de sus barcos y los podía recitar por orden alfabético.

Era tal la fijación que tenía con el tema que, cuando alquiló su primer apartamento de soltero, lo decoró como si fuera la camareta del barco del Capitán Barbanegra.

Se compró todos los libros existentes que hicieran referencia a la piratería y todas las películas sobre el mismo tema y un día tomó la decisión definitiva: Se sacó un ojo, se cortó una pierna, se compró un parche y una pata de palo y así empezó su nueva vida, sólo le faltaba vestirse de pirata y comprarse un buque pero todo era cosa de tiempo.

Ahora sí veía ya próximo el momento de alcanzar lo que otros ya habían alcanzado, ahora ya estaba cerca de poder enriquecerse a costa de los demás.

¿A que hay más de un pirata en nuestras “costas”?

miércoles, 20 de junio de 2012

¡Que viene el Verano!


Dentro de unas horas entrará el Verano, será a la una y nueve minutos de la próxima madrugada cuando se inicie el Solsticio. ¡Lástima de Primavera que nos abandona sin habernos paliado la “pertinaz sequía”! (¿dónde he escuchado yo esto?).

Cualquiera sabe lo que nos deparará el otoño que viene, hagamos votos por que sea más lluvioso que el pasado, pero ahora lo que nos aguarda son días eternamente largos de calor como sólo sabe hacer en nuestra querida Andalucía, por eso tenemos el territorio con más piscinas por cada centenar de habitantes. El que no tiene piscina propia tiene al menos tres amigos que la tienen y estarían encantados de compartirla sobre todo si se presenta con cervecita fresca y algo “pa picá”.

En estas condiciones de vida nos puede importar un bledo, que digo un bledo, nos puede importar tres leches que suba la prima de riesgo o que se desplome la bolsa que, dicho sea de paso, es de ellos, nosotros a lo nuestro, a remojarnos por dentro y por fuera y que nos quiten lo bailao que pa luego es tarde, y, sobre todo, tenemos la oportunidad, que otros no tienen, de echarnos una siesta cada día después de hartarnos de gazpacho y picaíllo de tomates que ahora están algo más baratos y si no, los podemos cultivar en macetas.

RECETA VALORADA DE GAZPACHO:

1 kilo de tomates de oferta                              0,70 €
1 chorreón de aceite                                        0,10 €
1 chorreón de vinagre                                      0,05 €
1 miga de pan de ayer                                     0,00 €
1 diente de ajo                                                  0,10 €
1 pizca de sal                                                    0,00 €
                            Total ……………………       0,95 €

El picaíllo sale por otro tanto y si el amigo pone la birra fresquita, ¿quién dijo miedo al verano?

Pa que luego digan que no doy buenos consejos desde mi blog, ¿eh?

viernes, 8 de junio de 2012

No por mucho madrugar…


“Algunos días es mejor no levantarse”. Es una frase que he escuchado muchas veces pero que nunca hice mía hasta que sucedió lo que jamás tenía que haber sucedido:
Aquella mañana, cuando sonó el despertador y me levanté de la cama, el Sol no había acudido a su cita diaria con la ciudad, tenía que haberse presentado a las ocho menos veintisiete minutos como correspondía al equinoccio de Otoño pero ya eran las ocho y cuarto y el astro rey brillaba por su ausencia. ¿Dónde se habría metido? ¿Habría sido secuestrado por alguna fuerza del Mal?
Como no encontraba respuesta a mis preguntas, salí a la terraza para tratar de localizarle, pero nada, no había ni rastro de nuestra estrella favorita, el cielo se mostraba de un negro profundo solamente iluminado por titilantes estrellas que parecían guiñarme desde el espacio sideral y por Oriente no se atisbaba la más mínima claridad que pudiera anunciar la presencia del Sol.
Era como si la película que proyectaba el Ser Supremo se hubiera parado en un determinado fotograma y no pudiese avanzar por sus propios medios, necesitaría tal vez un pequeño empujón para progresar y conseguir que el amanecer hiciera nacer un nuevo día.
Entonces fue cuando comenzó a vislumbrarse una tenue claridad por el Este. Lancé un suspiro de alivio y me apresté a contemplar el amanecer más deseado de mi vida y, en aquel momento, me quedé helado, quien asomaba por el horizonte no era el Sol sino la Luna llena que se levantaba majestuosa comenzando su reinado nocturno… ¿He dicho nocturno?... Sí, claro, de pronto lo comprendí y ahora todo tenía sentido: Me acosté tan cansado que me equivoqué al poner la hora en que debía llamarme el despertador, no me levanté a las ocho de la mañana sino a las ocho de la tarde y el Sol hacía ya media hora que se había ocultado por el Poniente.

jueves, 7 de junio de 2012

Esto no es criticar, sólo es referir


Cuando suceden determinadas cosas me cuesta la misma vida el quedarme callado y morderme la lengua para no decir lo que pienso al respecto.
Hace ya mucho tiempo, tanto que casi se me había olvidado, la mayoría de los profesionales de la enseñanza no querían a los padres y madres de sus alumnos y alumnas demasiado cerca de la vida escolar. Sólo se recurría a ellos cuando era necesario su apoyo para reprender a algún rebelde cerril o bien para pedir su apoyo ya fuera económico ya fuera en forma de trabajo para determinadas cosas que hacía falta mejorar en el centro escolar.
Últimamente he asistido maravillado a verdaderos momentos de “comunión espiritual” entre padres y docentes y, por verlo repetido tantas veces, me llegó a parecer una relación “normal”.
Pero dice el refrán que “cuando menos lo esperas salta la liebre” y, desgraciadamente, la cuasi perfecta relación se ha roto de manera unilateral puesto que han sido los profesionales de la enseñanza los que, justamente cabreadísimos con sus “patrones”, no han tenido otra cosa que hacer sino decidir que no van a participar en ningún tipo de actividad fuera del horario escolar (que es por lo que les pagan) para así fastidiar a sus “patrones” (léase Consejería y, sobre todo, Ministerio de Educación) que, como todos Vds. pueden figurarse, están tristísimos y rabiando a más no poder. Estoy por asegurar que a los dirigentes políticos esta afrenta les va a obligar a rectificar la decisión que han tomado en cuanto a recortar el presupuesto de educación y, el próximo año, le darán un tijeretazo más grande aún para ver si consiguen que los padres y los profesionales de la enseñanza se insulten e incluso lleguen a las manos si es necesario para seguir fastidiando a los “patrones”.
Siempre se rompe la cuerda por el mismo sitio, ¿o no?

lunes, 4 de junio de 2012

Feria del Libro: el homenaje.



Me tenía a mí preocupado el asunto del homenaje al profesorado de la Reforma del Colegio Séneca y al final el acto discurrió por senderos agradables aunque más bien escasos de público y no es raro supuesto que lo que se homenajeaba tenía ya una cierta antigüedad por no llamar “vejez”. Han pasado ya veinte años del suceso y los más jóvenes de los alumnos y alumnas que participaron tienen ya la friolera de 32 años y los más viejos algunos más. Lo cierto y verdad es que volvimos a recordar aquellos tiempos en que nos empeñamos en una tarea que nos hizo ser mejores y eso es lo que más importa por lo menos en mi caso. El Alcalde y el Concejal de Educación nos dirigieron toda clase de felicitaciones que nosotros acogimos con la naturalidad que dan los años ya vividos aunque, todo hay que decirlo, me emocioné por un momento y es que la ocasión lo merecía.
Dentro de otros veinte años nos volvemos a ver.