domingo, 28 de octubre de 2012

La llamada



Levantó el auricular y escuchó:
─ ¿Se puede saber dónde has pasado la noche?
─ Pues estuve… ─ trató de responder.
─ Como siempre ya estás buscando una justificación.
─ Es que… ─ intentó una segunda respuesta pero con el mismo resultado.
─ No vayas a inventarte una historia que ya estoy harta de tus mentiras. ─ Continuó la voz al otro lado del teléfono.
─ Pero es que no me… ─ Nuevo intento desafortunado de elaborar una respuesta.
─ Pues que sepas que si sigues por ese camino la cosa va a durar menos que un caramelo en la puerta de una escuela, ¿me oyes?
─ Sí, sí, te oigo alto y claro pero lo que quiero decirte es que… ─ Dejó de hablar porque escuchó como ella colgaba.
─ ¿Quién ha llamado por teléfono? ─ Preguntó su mujer entrando en el salón con una bandeja que contenía un apetitoso aperitivo.
─ Pues… ─ dudó un momento ─ por un momento creí que eras tú.
         ─ Hay que ver que siempre estás de broma, Fulgencio.

jueves, 25 de octubre de 2012

Vencer y vivir… y lucir bien



El sábado pasado se celebró el acto público anual de la Asociación de Lucha contra el Cáncer de Palma del Río en torno al monumento que se inauguró el pasado año en la glorieta que da acceso al Ambulatorio y que fue diseñado por el artista local Pepe Lora y realizado por los alumnos de Barro de Palma.
Amén de las palabras que se pronunciaron en el acto, también se estrenó el nuevo sistema de iluminación de dicho monumento (el que había hasta ahora dejaba mucho que desear) al menos así se anunciaba pero el cambio es tan imperceptible que, aunque ahora no se ven los tubos fluorescentes, sigue pareciendo, cuando menos, un cuarto de baño mal iluminado con luces indirectas. Pienso que un lema que tiene tanta fuerza debería merecer algo mejor.
A lo mejor cuando acabe la crisis…

domingo, 21 de octubre de 2012

Soluciones



Cada vez que pienso en ello me rebelo contra el mundo. No sé bien el motivo que tuve para tomar aquella decisión pero lo que está claro como el agua es que me equivoqué de medio a medio. No voy a seguir soliloquiando porque, si lo que pretendo es que alguien me ayude a salir del paso, tengo que darles entrada a Vds. en mi mundo y eso, la verdad sea dicha, no es nada fácil. Lo mejor que puedo hacer es callarme y conformarme con el resultado de mi acción equivocada pero me resisto a rendirme con tanta facilidad más aún cuando todavía no le he explicado a nadie en qué consiste mi problema ni cuál ha sido la solución que ya he intentado pero que es la responsable de que me encuentre en esta disyuntiva: lo hago o no lo hago. Mejor será que me lo piense con calma para después poder tomar un camino con garantías de éxito y no meter la pata otra vez.  Sí, ya me he dicho mil veces aquello de “si hay que hacerlo, se hace y se acabó” pero, y si no hay que hacerlo, ¿cómo podré controlar después las consecuencias que se deriven de mi acción? Lo cierto y verdad es que estoy hecho un lío y no tengo ni la menor idea de cómo salir de él, tal vez si se lo contara a Vds. … pero no, será mejor no complicarle a otros la vida y menos con un problema que no les atañe en absoluto.
En definitiva, muchas gracias por su paciencia, apoyo y comprensión que hacen que mi existencia sea menos solitaria. Lo dicho, ¡gracias!, ¡muchísimas gracias!, mañana buscaré alguna solución al grifo que gotea y no me deja dormir porque tapando el fregadero lo único que he conseguido es que se me haya inundado la cocina.

domingo, 7 de octubre de 2012

Ella



La radiante mañana de primavera me recibió cuando levanté la persiana de la ventana de mi habitación. Tuve que cerrar los ojos porque el sol ya estaba bastante alto y su luz me encandiló al mirar hacia fuera. Los recuerdos de la noche anterior afloraron a mi consciencia aún antes de sentir el malestar propio del resacón que tenía encima. Sí, había estado bebiendo y bailando con mis amistades hasta las tantas de la madrugada pero lo que no tenía claro era cómo había llegado hasta mi cama. La respuesta no se hizo esperar, al volver la cara hacia el interior de la habitación, la vi desnuda en la cama entre las sábanas revueltas que hablaban de algo que yo no recordaba. ¿Quién era ella? ¿Cómo la había conocido? ¿Qué había pasado esta noche? Mis recuerdos acababan antes de que ella hiciera su aparición en mi vida. Cuando estaba en estos circunloquios, ella comenzó a moverse, me acerqué expectante y sus ojos se abrieron dejando caer sobre mí su verde mirada al par que una sonrisa maravillosa afloraba a sus labios de ensueño. Era una mujer extraordinariamente hermosa que mostraba su desnudez con la mayor naturalidad.
─ Hola, mi amor, ─ dijo con una voz meliflua que casi hizo que me derritiera.
─ Buenos días, preciosa, ─ contesté automáticamente.
─ ¿Qué vas a preparar para desayunar mientras tomo una ducha? ─ Preguntó sin dejar de mirarme con esos ojos que parecían fuegos verdes.
─ ¿Qué te apetece? ─ Conseguí articular mientras paseaba la mirada por su bella anatomía.
─ Lo que tu quieras será perfecto para mi, ─ dijo y se levantó de la cama dirigiéndose al baño con un movimiento de caderas que a punto estuvo de tirarme al suelo por el mareo.
El ruido de la ducha me hizo volver a la realidad y, sin pensarlo dos veces, me fui a la cocina para preparar el desayuno. En estos trámites estaba cuando su voz sonó a mis espaldas.
─ Mmmm, qué bien huele ese café.
─ También estoy preparando tostadas ─ dije.
─ Me encantan las tostadas que tú haces, sobre todo con aceite y mermelada de naranja.
─ ¿Cómo puede saber lo que yo pensaba ponerle a las tostadas? ─ me pregunté para mis adentros.
─ Tu café con poca leche como siempre, ¿no? ─ Preguntó ella mientras tomaba la cafetera y una taza. ─ A mi ya sabes que me gusta mitad y mitad.
─ Por supuesto ─ y aventuré ─ tomarás dos tostadas como es costumbre, ¿verdad?
─ Ya sabes que sí, pero tengo que darme prisa porque si no es así no voy a llegar a tiempo…
─ ¿Tienes alguna cita hoy?, ya sabes que es domingo…
         Desayunamos mientras charlábamos de cosas insustanciales pero ella no desveló el motivo de sus prisas. Cuando acabó con su desayuno se retocó en el cuarto de baño, se vistió y se marchó después de darme un piquito de despedida. Todo fue tan rápido que cuando conseguí reaccionar y me asomé por la ventana no vi ni rastro de ella en la calle.
Me metí directamente en la ducha para tratar de despejarme y aclarar la nebulosa de mis recuerdos de la noche anterior pero todo fue inútil: no había forma de encajarla a ella en el desarrollo de mi actividad nocturna y, sin embargo, su presencia en mi casa había sido real… ¿o, tal vez, había sido sólo un sueño? Volví al dormitorio y apoyé la cabeza en la almohada y allí estaba su olor que me confirmaba que su existencia no era fruto de mi actividad onírica. Decidí salir para despejarme y antes me cepillé el cabello ante el espejo, me cogí una coleta con un lazo rosa, me coloqué una falda y una camisa vaquera, me calcé unos zapatos de tacón bajo y me lancé a la calle por si volvía a encontrarme con ella.

jueves, 4 de octubre de 2012

Recuerdo de un taller en Cosmopoética 2012 ( y cuarta parte)



El autor invitado

Guillermo Busutil ha obtenido el Premio Andalucía de la Crítica  en su última edición. Un escritor de relatos de su talla y trayectoria era la guinda que Cosmopoética nos tenía reservada a los participantes en el Taller “¿Cómo escribir un cuento?”
Me sorprendió su cercanía y su sintonía con todo lo que se había tratado a lo largo de la semana, tal vez me chocó su poca flexibilidad a la hora de plantear cómo ha de iniciarse el proceso de la producción de un relato. Es defensor a ultranza de la técnica tradicional, es decir, hay que partir “siempre” del argumento para poder llevar a buen término la escritura de una historia. Eso es exactamente lo que yo nunca hago, tal vez por mi desconocimiento supino, tal vez por mi propia forma de ser un tanto anarquista y libertaria. Yo prefiero arrancar y que sea el o los personajes los que tomen vida y me arrastren en su acción, siempre lo hice así porque soy un aprendiz de escritor autodidacta y al cabo de escribir más de cien relatos (por supuesto inéditos) y una novelita (que seguramente será mala) mi “técnica” me ha dado resultado sobre todo en el sentido de divertirme con lo que hago.
Pero, volviendo a Busutil, estoy seguro que él sabe de esto infinitamente más que yo, no en vano posee en su haber un montón de publicaciones y varios premios de prestigio. Para mí fue muy enriquecedor lo que escuché de su boca aunque mi espíritu rebelde (con 63 años) me hizo debatir un rato con él sobre mis desacuerdos.

 

miércoles, 3 de octubre de 2012

Recuerdo de un taller en Cosmopoética 2012 (tercera parte)



El contenido del taller ha consistido en darnos diversas pautas a tener en cuenta a la hora de escribir un relato, sobre todo se ha insistido bastante en lo que no se debe hacer al escribirlo.
Ha sido interesante la forma de abordar los ejercicios prácticos:
El primero a partir del argumento inventado por otro/a compañero/a.
El segundo comenzando por una determinada frase.
Y el tercero a partir de unos personajes y un espacio determinados.
En cuanto a los participantes hay que reseñar que, aunque se había seleccionado a veinticinco personas, sólo han asistido una media de quince lo que ha hecho que la participación en los coloquios haya sido mucho más fluida e intensa. Creo que hemos aprendido mucho unos de otros y eso es deseable. En cuanto a las edades de los mismos hay que decir que abundaban las canas aunque también había gente muy joven. La proporción entre hombres y mujeres ha sido casi equilibrada pero un poco mayor la de los del género masculino.


martes, 2 de octubre de 2012

Recuerdo de un taller en Cosmopoética 2012 (segunda parte)



Los ponentes

De los cinco días (de lunes a viernes) que duró la actividad, los dos primeros estuvieron dirigidos por Antonio Luis Ginés, los dos siguientes por Francisco Antonio Carrasco y el quinto dedicado a la intervención de Guillermo Busutil, último Premio Andalucía de la Crítica.
Tanto Antonio como Paco pertenecen a la Asociación “Mucho cuento” y de alguna manera siguen una línea muy parecida tanto en la forma de abordar los contenidos como en los contenidos mismos que tratan de transmitir. Son muy buenos comunicadores y en pocos minutos se hacen con el auditorio de una manera natural integrándose en el taller e integrándonos a todos y a todas. Se han coordinado bastante bien, no ha habido solapamientos y el hilo del desarrollo de su intervención conjunta ha sido prácticamente continuo.
Podríamos hablar de un trabajo que no nos ha dejado impasibles sino que nos han hecho participar de una manera activa e interesante. La verdad es que cada sesión de hora y media me ha sabido a poco.


lunes, 1 de octubre de 2012

Recuerdo de un taller en Cosmopoética 2012 (primera parte)



El lugar

La biblioteca central del Ayuntamiento de Córdoba está situada en donde la Avenida del Marrubial se inserta en la Plaza del Corazón de María (popularmente conocida como “el jardín del alpargate”). Utiliza parte del antiguo cuartel de Lepanto que pasó al Ayuntamiento cuando quedó vacío debido al traslado de los militares a la base de Cerro Muriano.
Al traspasar las puertas penetras en un espacio luminoso y amplio, muy silencioso y limpio, huele bien y la gente se desplaza por él sin prisas, dando una sensación de paz y bienestar que te hace sentir bien.
La sala donde se imparte el taller es posiblemente parte de uno de los antiguos dormitorios de la tropa. Hay una mesa, un cañón de video y un ordenador portátil amén de un micrófono colocados sobre la mesa. Los techos son quizás demasiado altos por lo que hay cierta reverberación que no permite una buena audición y el ponente toma el micrófono pero lo abandona al poco viendo que no mejora con ello la comunicación con los participantes. Hay ventanas que dan al patio principal del antiguo cuartel y, al asomarme, pude observar el deplorable aspecto que ofrece con matojos por todas partes y paredes sucias y desconchadas, (no cuadra esta imagen con la que ofrece el hall de la biblioteca).