viernes, 31 de mayo de 2013

Volver a empezar



         Cuando una etapa de la vida acaba no hay más remedio que empezar otra nueva si no queremos “morirnos en vida”, es decir, convertirnos en seres vegetativos que esperan indolentes la venida de la “calva” que nos llevaría sin remedio al otro barrio. No, eso no es lo deseable, no, lo deseable es ir encontrándole a la vida nuevos sabores y paladearlos recreándonos en ello para así sentirnos vivos en el más amplio sentido de la palabra, completamente vivos y deseando inaugurar nuevos episodios de nuestra existencia y, sobre todo, sin ponerse a pensar si el momento de la vida en el que nos encontramos es o no el último peldaño de la escalera.
         Lo dicho, a vivir que son dos días que serán largos o cortos según la intensidad con que los vivamos.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Sordera



Ayúdame a sacar este clavo.
Si no me ayudas a sacarlo no podremos usar esta tabla.
Anda, échame una mano que esta tabla es estupenda para construir la cabaña.
¡Es que estás sordo! ¡Ayúdame de una vez con el clavo!
Y encima ni te dignas contestarme, ¿no?
Pues ¿sabes lo que te digo?
Que si no te vas a enterar, ¿para que quiero yo tener un “amigo imaginario” sordo?

lunes, 20 de mayo de 2013

Afirmativo ma non troppo



¿Tú estás seguro de que ya podemos salir?
Sí.
¿Pero seguro al ciento por ciento?
Sí.
¿Estás completamente seguro de ello?
Que sí.
¿Sin que quepa la menor duda?
  Te he dicho que sí.
Pues entonces, sal tú el primero.
Ah, no,… te toca salir a ti.

domingo, 19 de mayo de 2013

La Fiera



Miró y remiró pero, por más que forzó la vista, no pudo alcanzar a ver sino la oscuridad más absoluta, y, no obstante, sabía que tenía que estar allí esperando agazapada a cualquiera que osara entrar en su guarida.
Lo peor del caso era que no sabía a ciencia cierta de qué clase de alimaña se trataba porque nunca la había visto ni nadie había sabido describirla o bien las descripciones que había escuchado eran tan diferentes y variadas que no le parecían verosímiles.
Llevaba ya bastante tiempo asomándose de cuando en cuando a la boca de la gruta pero nunca se había decidido a traspasar el umbral, y eso que siempre iba armado hasta los dientes y su condición física era inmejorable.
El día que cumplió setenta años se dirigió a la cueva y, totalmente desarmado, penetró resueltamente con una linterna como única compañía. Allí olía a fiera por todos los rincones pero él estaba completamente seguro de que lo que hacía no entrañaba peligro alguno…
Allí, sí allí, al fondo de la guarida estaba lo que quedaba de su enemigo: su osamenta pelada y medio destruida. Ya imaginaba que no podía ser de otra forma porque el cuento de la fiera que habitaba la gruta se lo contó su abuelo cuando él era pequeño.

viernes, 17 de mayo de 2013

Soliloquios



La lluvia no ha dejado de caer a lo largo de toda la tarde. El día está bastante desapacible sobre todo teniendo en cuenta que ya estamos a mediados de Mayo y en estas fechas lo que pega por estos lares es el calor, (Por Mayo era por Mayo, cuando hace la calor…).
Para mí las tardes lluviosas son fructíferas. El ver llover a través de los cristales de la ventana del estudio o desde el porche de mi casa es fuente de inspiración que me hace escribir, a veces, hasta compulsivamente.
El calor, sin embargo, me embota un tanto el cerebro y me cuesta Dios y ayuda el “parir” algún escrito. Las siestas del verano me dejan un tanto grogui y me cuesta remontar el vuelo antes de que llegue la noche.
Las noches no son compañeras de mi pluma. No soy noctámbulo ni para las juergas, la noche me hace caer en un letargo que sólo puedo solucionar cayendo en brazos de Morfeo durante, al menos, seis o siete horas.
Las mañanas son para mi jardín y mi pequeño huerto, de tal forma que, como puede observarse fácilmente, soy escritor sólo a tiempo parcial y, no obstante, soy bastante prolífico. No sé si lo que escribo es bueno o malo y, es más, para mí eso no es lo importante sino que al escribir disfruto tanto que, a veces, me sorprendo a mí mismo con alguno de los finales de los pequeños relatos que produzco y eso es algo maravilloso e impagable.

Mirar



Cuando miramos algo conocido vemos si ha cambiado o no y nos situamos en el tiempo, pero cuando lo que miramos es nuevo para nosotros, nuestra mirada se rejuvenece de tal forma que nos situamos en un momento generalmente equivocado porque nuestros ojos se resisten a envejecer y, a veces, cometemos torpezas como la que cometió aquél anciano que se prendó de una joven sin darse cuenta de que aquello no era más que una ilusoria manera de mirar lo nuevo. Menos mal que cada mañana, cuando nos miramos en el espejo, tomamos conciencia cierta de quiénes somos y de la edad que tenemos y, algunos días, nos entran ganas de cerrar los ojos para no ver lo que el tiempo ha dejado de nosotros.
De todas maneras la cosa no es tan grave como para deprimirse y sólo es cuestión de darle alegría al cuerpo de vez en cuando y tirar p’alante que no es poco.
Lo dicho, ¡a la Feria, que empezó anoche y tú no estabas!”

jueves, 16 de mayo de 2013

Mirada



Como velada
por una tenue cortina de niebla vaporosa
percibo tu silueta
y es que al mirar mi vista me fracasa
porque ya no es capaz
de fijar las figuras que contemplo
y mi retina
opaca, vaga, envejecida
no puede transmitir a mi cerebro
ni tu beldad, ni tu candor
y, aún menos,
el amor que rebosa floreciente
desde tu corazón para llegar hasta la orilla
de este vetusto sueño que te aguarda.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Feria de Mayo



Estamos a una semana de nuestra Feria de Primavera, esa en la que las casetas son lugar de encuentro y de esparcimiento en las horas del medio día sobre todo. Es la feria que disfrutamos la mayoría de los palmeños y palmeñas pues la otra, la de Agosto, se va muriendo irremediablemente poco a poco.
Las asociaciones están arreglando y embelleciendo sus casetas que serán sus cuarteles generales durante los tres días y medio que dura la fiesta (tal vez este año sean menos por culpa de la crisis).
Y, ante todo este bullir de preparativos me surge una pregunta que no logro contestarme por mucho que lo intento:
¿Cuál es el mérito especial que tiene el actual Centro Filarmónico para usufructuar en exclusiva una instalación que es de todos y que, además, ha sido remodelada recientemente a costa de los Fondos Europeos que también son de todos?
¿Será acaso por no organizar ni una sola actividad musical ni cultural a lo largo del año? ¿Será simplemente porque el Alcalde quiere y no mira por igual a otras asociaciones que sí hacen actividades para disfrute de nuestros conciudadanos y conciudadanas? ¿Será culpa de la Oposición? ¿Será por… cualquiera sabe qué motivos y un pobre mortal no está capacitado para comprenderlos?
Si alguien tiene la respuesta le agradecería que me la enviase en forma de comentario. ¡Gracias!

lunes, 6 de mayo de 2013

No todo es oro lo que reluce



Desde el 23 de abril hasta el 28 hemos visitado Paris, la ciudad de la luz. La verdad es que Paris tiene una luz especial incluso en días nublados, pero sobre todo lo que más me impactó en mi primera visita y ahora se ha confirmado es su personalidad arquitectónica. La grandiosidad de los edificios parisinos adornados con estatuas y otras decoraciones de latón (que no de oro) es evidente y te transporta a los tiempos posteriores a la Revolución que debieron ser un remedo corregido y aumentado de la época del Rey Sol. En Paris todo es grande: el Louvre, la Torre Eiffel, la Ópera, el Arco del Triunfo, los Campos Eliseos,…
Es la Capital del país de la “Libertad, Igualdad y Fraternidad” pero, tal vez no lo sea ya tanto. Nuestra llegada coincidió con la manifestación (en Francia también hay manifestaciones) contra la “Ley del Matrimonio para todos” que acababa de aprobarse y la correspondiente carga policial (en Francia también zurra la badana la policía). En las noticias que seguí por la tele durante la semana pude observar un cierto giro hacia la derecha en los medios de comunicación y en la opinión de los ciudadanos que luego se ha confirmado con el aumento de popularidad de la Señora Le Pen del que se han hecho eco los periódicos de media Europa.
Creo que mi admiración por la monumentalidad de París seguirá indemne pero la que tenía por el lema del país vecino se me ha roto en mil pedazos.