viernes, 26 de julio de 2013

Medioambiental



Llevaba ya un buen rato inspeccionando el terreno palmo a palmo. Nada pasaba desapercibido para su vista perfectamente entrenada. Aún no había atisbado ni siquiera un leve movimiento en algún arbusto que pudiera delatar la presencia de un ser vivo cuando sintió el silbido del proyectil que pasó rozando su cabeza. Inmediatamente se puso en guardia y pensó a toda velocidad en buscar un lugar donde refugiarse. Un nuevo proyectil le pasó rozando y comenzó a pensar que verdaderamente tenía un problema. Trató de identificar el origen de aquellos disparos y una pequeña columna de humo le hizo dar un respingo que le salvó la vida de milagro. ¡Aquél imbécil no sabía que a las águilas no se les puede disparar…! ¿Dónde estarían los forestales?

miércoles, 24 de julio de 2013

¿Déjà vu?



No podía dar crédito a lo que sus ojos contemplaban. Sabía lo que iba a suceder a continuación pero sus músculos se negaban a entrar en acción, era como si dos enormes pesas de plomo tuvieran inmovilizados sus pies sin permitirles ni el más mínimo movimiento al tiempo que sus brazos parecían estar sujetos por una invisible camisa de fuerza. Se resignó a presenciar aquello que ya veía irremediable y se relajó para no sufrir demasiado con el impacto que podía producirle el suceso que se avecinaba… pero no ocurrió nada, decididamente había estado soñando mientras dormitaba en el sofá para pasar la siesta.

lunes, 22 de julio de 2013

Seguía siendo el rey



Andaba pausadamente por el sendero que discurría a lo largo de la ladera de la montaña casi paralelo al riachuelo que recorría el valle de norte a sur.
Un cielo tachonado de estrellas y presidido por una luna llena majestuosa era el techo que cobijaba su viaje nocturno.
El silencioso vuelo de una lechuza le hizo detenerse por un momento y observar como la sombra de la rapaz cambiaba de posadero. Sólo el sonido de los grillos y el croar de las ranas del arroyo le acompañaban en su soledad marcándole el ritmo que debía seguir su caminar.
La vereda comenzó a ascender primero con poca pendiente pero aumentando a medida que la iba recorriendo hasta que llegó a lo alto de una peña que dominaba todo el valle.
El viejo lobo observó el panorama que, alumbrado por la luna, se ofrecía a sus ya torpes ojos plagados de cataratas: más pronto o más tarde no tendría fuerzas para llegar hasta su mirador y lanzó un aullido quebrado y melancólico a la vez para decir que aún era el rey de aquella sierra.

sábado, 20 de julio de 2013

Maldita luz



Tengo tiempo de sobra, pensó mientras seguía con la mirada fija en el camino por donde ella había desaparecido hacía ya bastantes minutos arropada por la oscuridad de la noche.
Tuvo una premonición pero la ahuyentó de su mente  sin miramientos, como quien arroja algo inservible al cubo de la basura.
En un arranque de insensatez absoluta hizo aquello que podría significar su destrucción irremediable: salió corriendo como una exhalación tras los pasos de ella gritando su nombre hasta desgañitarse, pero ya era mucha la distancia que los separaba y no podía oírle.
Entonces fue cuando comprendió lo estúpido de su proceder, la leve claridad que se vislumbraba hacia Levante era como la espada de Damocles que se dejaría caer sobre su vampírica existencia y le convertiría en un montón de cenizas.

miércoles, 10 de julio de 2013

Había abortado



Paseó su mirada por el papel en blanco. Carraspeó por enésima vez aquella tarde. Fue a la cocina y sacó del frigorífico una lata de refresco de limón que se bebió de un trago. Volvió a la mesa y levantó la hoja de papel para mirarla al trasluz. Nada, por más que trató de buscar la inspiración no consiguió que ella viniera a su encuentro como tantas y tantas veces había llegado, incluso en medio de su sueño despertándole sin miramiento alguno y obligándole a escribir sin descanso durante varias horas.
Miró por última vez aquel rectángulo de papel y, en un arranque de desesperación, lo estrujó entre sus manos y lo lanzó a la papelera. Estaba claro que aquel relato no iba a nacer, había abortado.

martes, 9 de julio de 2013

… Y se fue el Teatro



Vino y, cuando estábamos saboreando todo lo que de bueno tuvo, se fue por donde había venido. Y es que cada año se me hace más corta la Feria del Teatro.
Hace 29 años que en la Jaima Cultural de la Diputación de Córdoba instalada en el llano de San Francisco, se dieron cita los cuatro primeros espectáculos teatrales que dieron a luz, por así decirlo, a lo que con el tiempo se convirtió en la Muestra de Teatro Andaluz y al final en la Feria de Teatro en el Sur que acaba de cumplir su trigésima edición a lo largo de la semana pasada.
Aquél año de 1984 yo figuraba entre los componentes del Grupo Folk Azahares que también participó en el programa cultural de la Jaima y por eso, de alguna manera, me siento como una pieza más de aquello que dio origen a este evento que hoy en día se conoce en todos los rincones teatreros de nuestra España.
Todavía me acuerdo de que Martina y yo teníamos que repartirnos los espectáculos para que nuestros convecinos no nos mirasen con mala cara cuando asistíamos con nuestra hija dormida en los brazos.
Y como colofón una gala donde se trató de homenajear a aquellos palmeños y palmeñas que han mantenido de forma activa la llama del Teatro en nuestros lares aunque, como siempre, se olvida a personas que lo han dado todo pero sin esperar nada.
Vaya desde este humilde blog mi felicitación y mi homenaje de desagravio para mi colega y amiga Mari Carmen Navarro a quien sólo nombró mi entrañable amigo Gari León.
Muchos besos, guapa.