sábado, 29 de marzo de 2014

Razón de peso



     ─ Que no, que esta noche no puedes venir.
     ─ ¿Pero por qué?
     ─ Porque esta noche es imposible.
     ─ ¿Cuál es la causa de que no podamos vernos?
    ─ ¿Por qué eres tan cabezota? No te he dicho que esta noche no puede ser.
     ─ Pero si será sólo un ratito… te prometo que no me quedo toda la noche.
     ─ Te estás poniendo pesado con esta cantinela.
     ─ Sigo pensando que voy a ir aunque tú no quieras.
     ─ Pues yo no te voy a abrir la puerta,… como no te la abra mi marido…

9 comentarios:

  1. Hola, Jota.

    Buen final para tu historia. Me gustó mucho.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. No me imagino si ocurre eso mismo.
    Muy interesante
    Un saludo
    JM

    ResponderEliminar
  3. No, si cuando uno no se quiere enterar por demás. A veces hay que ir directamente al grano para no perder los nervios por el camino.
    Besos de Pecado.

    ResponderEliminar
  4. L@s amantes cuando empiezan a exigir... ¡A la calle!

    ResponderEliminar
  5. es imposible dejar la mente en blanco...
    la razón es totalmente de peso.... jajajaja

    ResponderEliminar