viernes, 25 de abril de 2014

Así es imposible



         Estaba convencido de que a ella le hacía “tilín”, por eso, cuando Lola se levantó para ir a llevarle el correo al jefe, le dejó una nota con su número de teléfono encima de su ordenador y se fue rápidamente a casa.
Estuvo toda la tarde esperando pacientemente la llamada de teléfono pero eran ya casi las nueve y nada. Se asomó cien veces al balcón por si acaso había decidido visitarle en lugar de telefonear pero todos los intentos fueron infructuosos y tampoco nadie tocó en el portero automático.
Cuando, presa de los nervios, estaba a punto de tirar el móvil a la basura, comprendió lo que había sucedido: se había quedado sin batería.

2 comentarios:

  1. Cuando la tecnología nos hace inventar dramas, es que algo ha muerto en la lírica.
    Un saludo
    JM

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