miércoles, 23 de abril de 2014

La felicidad



         Nunca nadie le preguntó si le gustaba vivir allí. Simplemente nació en aquel lugar y en él había pasado toda su vida. No se planteó jamás que hubiera otro escenario donde vivir porque no había tenido noticias de su existencia y contaba con todo lo que necesitaba.
Se sentía enormemente agradecido a quien le suministraba el agua y el alimento diariamente amén de realizarle la limpieza de su entorno vital. Por eso proclamaba melodiosamente a los cuatro vientos su “felicidad”.
         Aquella jaula era todo lo que precisaba para estar contento.
        

2 comentarios:

  1. a veces no hace falta más que la tranquilidad.... y si él se sentía feliz allí......

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  2. La felicidad de no tener necesidades es un mero engaño, pero hay gente que se conforma con no saber nada para no tener ganas de ello.
    Un saludo
    JM

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