Viste mi desnudez
con las cálidas
nubes de tus dedos
y arrebata la
escarcha que me hiela,
que aprisiona mi
cuerpo.
Sólo tus manos
pueden
conseguir que
despierte mi pasión
y rebroten mis
íntimos deseos.
Viste mi desnudez
con la locura inmortal
de tus anhelos,
y que vibre tu
amado corazón
hasta que llegue
trotando a mis oídos
su redoble continuo
y poderoso
para que pueda, al
fin, sentirme amado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario