La
verdad era que, si se paraba a pensarlo con tranquilidad, la cosa no era tan
complicada como le había parecido en un principio y, además, no se lo había
contado a nadie aún por lo que la importancia del hecho sería menor que la que
parecía tener cuando descubrió el asunto, así que si no se destapaba el suceso
nunca pasaría al conocimiento de los demás.
Decidido:
sería como una tumba y guardaría el secreto para que jamás se supiera y le
dejaran vivir su vida con toda tranquilidad.
a veces, lo mejor es no saber nada, la ignorancia es un don en algunos asuntos....
ResponderEliminarbesos.