lunes, 24 de noviembre de 2014

Un sujeto bastante raro



Era tal su habilidad para hacerse “invisible” que no notaron su ausencia y, por esa misma razón, nadie se propuso buscarle en la espesura del bosque cuando empezó a amanecer. Unos a otros se convencieron de que si se había marchado era por esa forma de actuar tan rara que tenía desde que volvió de aquel viaje tan misterioso.
No había contado nada de lo que le ocurrió ni adonde fue ni el porqué de su viaje sólo se presentó de pronto como si no hubieran pasado los tres años que tardó en regresar de Dios sabe dónde y con una palidez y una cara de tristeza que daba pena verle.
La cosa es que desde su vuelta no le habían conocido ningún tipo de trabajo y no obstante su vida se desarrollaba sin penurias económicas. ¿De dónde sacaba el dinero para subsistir? Ése era otro misterio que tampoco explicó nunca a nadie, es más, únicamente se le veía en las fiestas nocturnas en las que aparecía como por ensalmo y desaparecía cuando menos lo esperaban y casi siempre acompañado de una chica tan pálida y triste como él que no hablaba con nadie porque, según decía, no hablaba nuestro idioma.
¡Hay que ver lo raros que son algunos!

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