“Antón,
Antón, Antón pirulero…” cantaban inocentemente… “cada cual, cada cual que
aprenda su juego…” seguían con su canción… “y quien no lo aprenda, pagará una
prenda…” y así siguieron cantando toda la tarde hasta que se quedaron en pelota
picá.
No tomes literalmente lo que aquí se muestra, siempre puede haber una segunda lectura... o, tal vez, no.
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- El regreso de Rigoberto
- Rigoberto y el mar
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- El caso de la Baronesa promiscua
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- Una comida caníbal
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Yo soy mas de strip poker pero no le hago ascos a nada. ¡A mi lo que me gusta es jugar!
ResponderEliminarComo el poker ....
ResponderEliminarbesos