¡Niño!
Mira al pajarito… Mira al pajarito… ¡Niño!… Mira…
Tardó
un buen rato, pero miró y se puso a llorar cuando vio que le habían engañado:
sólo había un tío que debía ser muy feo porque se tapaba la cara con un aparato
raro.
No tomes literalmente lo que aquí se muestra, siempre puede haber una segunda lectura... o, tal vez, no.
q manera de engañar a los niños, leche!
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