jueves, 12 de marzo de 2015

Recuerdos: Mi tío Luis



Era el hermano de mi padre y dos años menor que él. Se casó bastante mayor para lo que era costumbre en aquél tiempo con mi tía Sierra y tuvieron tres hijos: Ángela María, María Isabel y José Luis.
Era muy niñero y, como yo fui el único sobrino durante cuatro años, él me llevaba a todos los sitios para presumir de sobrino ante sus amistades y sus compañeros de trabajo. El cariño era mutuo porque desde siempre fue mi tío favorito.
Con él aprendí a montar en bicicleta pues tuvo la paciencia que no tenía mi padre para aguantarme durante todo el tiempo que duró el aprendizaje que, realmente, no fue mucho sino sólo un par de días.
Cuando hice la Primera Comunión me paseó por las casas de todos los familiares y amigos para que me regalaran dinero como era costumbre.
En mi adolescencia y, sobre todo, en mis primeros años de juventud en los que estaba de dinero más tieso que la varilla de un cohete, era una bendición encontrarme con él pues tenía garantizado que me invitaría a algo y además lo acompañaría con algún billetazo de veinte duros que me daría para poder salir con los amigos unos cuantos días.
Con cuarenta años más o menos se quedó parado y buscó trabajo hasta en Barcelona y, cuando estaba más desesperado, encontró un nuevo puesto de trabajo en Córdoba con lo que milagrosamente se solucionaron sus problemas.
Una vez me llevó a volar en una avioneta de fumigación de la empresa y pasé tanto miedo que he tardado muchos años en decidirme a viajar en avión.
Cuando estaba soltero me llevaba de perol con sus amigos el día de San Rafael.
Era tan buena persona que jamás le vi enfadarse con nadie ni hablar mal de los demás pero, al igual que mi padre, se fue demasiado pronto.

1 comentario:

  1. siempre se van lo mejores... mi padre también se me fue muy pronto.... cosas de la vida....
    besos.

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