domingo, 26 de abril de 2015

El colmo



Aquello fue la gota que colmaba el vaso. Nunca había resistido tanto tiempo sin perder los papeles pero la cosa no era baladí y es que la paciencia tiene un límite y la suya lo había alcanzado con creces. No iba a permitir que le volviera a llamar,… se levantaría de la cama y se iría a trabajar porque ¡menudo era él!...

No hay comentarios:

Publicar un comentario