El estanco que hubo en la Voladilla
durante finales de los años sesenta y principios de los setenta estaba
regentado por la abuela de mi amigo Miguel. Tenía dos hijos en la Guardia Civil
y a ese cuerpo perteneció también el padre de Miguel a quien no conocí, luego,
al cabo de los años, fue el propio Miguel quien ingresó en la Benemérita.
El estanco estaba a un lado de la
carretera y vendía, además de tabacos, sobres, sellos e incluso cervezas de la
marca “el Águila”.
Allí el tío Miguel (el pescador) iba
después de vender el producto de su trabajo para solazarse y charlar un rato
con otros parroquianos de la zona mientras daba cuenta de una caja de 24
botellas de un tercio de cerveza que se echaba al coleto sin comer absolutamente
nada, a continuación se marchaba a su casa a dormir la mona y supongo que a comer algo.
Aprovechando que hablas de la familia: espero que tu hermano esté mejor. Un abrazo.
ResponderEliminarSegún el neurólogo, está mejorando poco a poco y es que el derrame ha sido bastante grande. Esperemos que continúe así.
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