Esta mañana temprano despedimos a los
dos niños franceses que han pasado con nosotros este fin de semana. Ayer
tuvimos el día en familia, bueno mejor dicho en gran familia, porque nos
reunimos quince para comer y veintisiete para cenar lo que supone un
sobreesfuerzo importante que sólo hacemos algunas veces al año.
Hoy hemos ido recogiendo y pasando poco
a poco a un régimen de tranquilidad en el que parecía que nos habíamos vuelto
sordos, ahora a retomar fuerzas para le feria que empieza el jueves por la
noche.
¡Qué alegría no haber tenido tiempo en
todo el fin de semana para pensar en elecciones municipales y otras hierbas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario