jueves, 30 de julio de 2015

Desvelado



         Se abrió primero mi ojo izquierdo… ¿Seguro que fue el izquierdo?... Déjame que lo piense… Sí, estoy seguro de que fue el ojo izquierdo porque estaba acostado sobre el lado derecho y el ojo de ese lado estaba tapado con la almohada… Bueno, en cualquier caso, da igual si se abrió primero el izquierdo o el derecho porque al final se abrieron los dos.
         Una rendija de luz se colaba por la puerta del cuarto de baño… ¿Habría amanecido ya o me dejé encendida la luz cuando me acosté?
         Me levanté de la cama sin hacer ruido para no molestar a mi mujer y me acerqué al baño,… definitivamente era la luz que se quedó encendida.
         Miré el reloj de la mesita de noche: las cinco y cuarto de la madrugada. Es pronto para levantarme, pensé, pero ya que he salido de la cama me daré una vuelta por la casa por si hay otra luz encendida.
         Salí al distribuidor. Por la ventana del estudio llegaba la luz del farol de la cochera. Las dos habitaciones del fondo tenían las puertas cerradas. Las abrí y cerré una por una y comprobé que todo estaba en orden. Cerré con cuidado la puerta del cuarto de baño amarillo y la del estudio.
         Me dirigí al salón y a la cocina. Todo estaba perfectamente. Volví a la cama no sin antes cerrar la puerta del dormitorio: mañana es domingo y no hace falta madrugar…
         (Tres horas y cuarto más tarde)
         ¡Qué pasa! ¿Quién habla a voces? Me desperté sobresaltado.
         ¿Por qué gritas? Preguntó igualmente sobresaltada mi mujer.
         ¡Maldita sea! Se me olvidó quitar la alarma del despertador.

viernes, 24 de julio de 2015

Me tomaré un descanso



         Llevo ya dos meses escribiendo mis entradas desde el hospital y creo que ha llegado el momento de interrumpir esta faena para dedicarme a la micronovela que he estado pergeñando durante este tiempo y que llevará como título “El caso de la Baronesa promiscua”.

         Cuando esté terminada la colgaré también en el blog. ¡Hasta pronto!

martes, 21 de julio de 2015

Cambio de decorado



         Al cabo de dieciocho días en el hospital de Málaga nos hemos trasladado al Reina Sofía de Córdoba con lo que estoy bastante más cerca de  mi casa.
         El establecimiento es mucho más moderno y luminoso. Sobre todo tiene un hall de entrada donde suceden multitud de acciones observables a poco que uno fije su atención.
         Visitantes  con la ansiedad pintada en el rostro que se dirigen a la escalera de acceso a la U.C.I. , otros que van hacia los ascensores para visitar a los enfermos que ya están en habitaciones, (éstos ya van mucho más relajados e incluso charlan animadamente cuando van en grupo). Los hay que entran mirando a todas partes con cara de preocupación que desaparece cuando encuentran lo que buscan: el WC.
         Lo más gracioso sucedió ayer tarde: el hall estaba prácticamente vacío y una señora se paró ante una de las puertas que deberían abrirse automáticamente pero no fue así sino que, después de permanecer esperando un par de minutos, cayó en la cuenta del enorme letrero que tenía ante sus ojos: “Puerta averiada, pase por la otra, por favor”.
         La mujer hizo lo que decía el letrero y, cuando entró, como yo era el único testigo de su problema, se dirigió a mí diciendo: “Pues ayer no estaba ese letrero cuando vine a ver a mi prima”, pero, una de dos, o no vino ayer o entró por otra puerta porque el letrero lleva puesto una semana.
         También están los que salen a fumar y vuelven con cara de satisfacción después de tomar su dosis de nicotina.
         En definitiva, que el hall del hospital es un lugar de lo más entretenido y además permite saludar a los paisanos y paisanas que pasan por allí a lo largo del día.

lunes, 20 de julio de 2015

Ola de calor



         Estamos sufriendo un verano como los de antes solo que ahora tenemos aire acondicionado que, de alguna manera, ha colaborado a que nuestro organismo pierda en parte aquella capacidad de adaptación que nos hacía menos vulnerables a los rigores de la estación estival.
         No debemos obsesionarnos con las temperaturas que marcan los termómetros que hay en las calles porque estos están al sol y la temperatura como factor de contraste del tiempo meteorológico hay que medirla a la sombra y eso son diez grados menos que al sol como media.
         Habrá que hidratarse, protegerse del sol en las horas centrales del día y dormir la siesta que por algo es un invento nacional

domingo, 19 de julio de 2015

Situación “comprometida”



         Sabía que algo le faltaba… efectivamente, se había dejado la cartera con el dinero y toda su documentación, pero ¿dónde?
         Se detuvo unos instantes para tratar de recordar los bares en los que había estado y comenzó a recorrerlos empezando por el primero de ellos.
         Cuando llegó al último de los locales visitados preguntó si se habían encontrado allí su cartera. El barman hizo un gesto y todos los parroquianos se pusieron en pié ovacionándole calurosamente.
         Se quedó de piedra sin saber qué decir ni cómo reaccionar hasta que el camarero le explicó:
         “El señor que estaba en la barra junto a Vd. me dijo que volvería a recogerla pero, mientras tanto, que invitara a todos los clientes de su parte para que tomasen lo que quisiesen… (Se interrumpió un instante y continuó) Como no había bastante dinero, me debe Vd. setenta y cuatro euros con cincuenta céntimos”.

sábado, 18 de julio de 2015

Ella nos espera



         Es la siesta el refugio mejor para pasar las tórridas tardes del verano que, de otra manera, se hacen interminables.
         La monótona voz del locutor que narra la etapa del día de la Vuelta a Francia es la píldora adormecedora que nos sumerge en brazos de Morfeo hasta que algún ruido diferente nos vuelve a la realidad para, al poco, volver al sopor que nos acuna sudorosos mal que le pese al aire acondicionado.
         Un duermevela sigue a este momento en que nos quisiéramos levantar del sofá o de la tumbona para aliviar la sed que nuestra boca reseca reclama sin descanso y que al final, triunfante, nos lleva al frigorífico donde la jarra de agua helada nos espera.

viernes, 17 de julio de 2015

Taxi



¿Está libre?
Ya no.
¿Entonces no me puedo subir?
Sí, por supuesto que puede.
Pero no dice que está ocupado.
Sí, por Vd.
Pues yo aún no lo he ocupado.
Ocúpelo y nos iremos de aquí que estamos provocando un atasco.
¿Cómo lo voy a ocupar si no está libre?
¡Oiga, me está poniendo de los nervios! Era sólo una forma de hablar. ¡Suba de una vez!
Yo no estoy dispuesto a subir a un taxi que está ocupado.
Pues no suba. Cierre la puerta y me voy.
¿Y dónde encuentro yo un taxi libre?
A estas horas de la noche y lloviendo es bastante difícil.
Bueno, en ese caso me iré andando.

jueves, 16 de julio de 2015

No siempre estamos de acuerdo



Julio es ideal, ¿no crees?
Sí, supongo que sí.
La verdad es que es muy cálido.
Sí, totalmente de acuerdo.
Es que a Julio no hay quien le haga sombra.
Pienso que llevas razón.
Julio me tiene trastocada,… porque es tan divertido…
Todo eso que dices es verdad, pero…
¿Pero qué?
Pues que tu Julio será todo eso que tu le atribuyes, pero… ¿qué me dices de Agosto?

domingo, 12 de julio de 2015

Charla matutina



         Buenos días
         Buenos días, preciosa.
         ¿Lo pasaste bien?
         … Muy bien, ¿y tú?
         Uf, fue genial, pero te quedaste dormido.
         ¿Antes o después?
         Después por supuesto. ¿Has descansado ya?
         Claro, he dormido a pierna suelta.
         Y más de ocho horas. ¿Vamos a repetirlo?
         … Bueno, si no hay más remedio…
         Venga, ánimo que son sólo veinte kilómetros lo que hay que correr hoy.

jueves, 9 de julio de 2015

Ciber hotel



         Buenos días, caballero.
         Buenos días.        
Bienvenido al hotel. No se preocupe si no puede verme pero es que no tengo realidad corpórea.
Pues con esa voz tan preciosa le correspondería una realidad corpórea espectacular.
Gracias por el cumplido pero soy una realidad virtual.
¿Puedo pedirle algo?
Todo lo que Vd. quiera.
¿Todo, todo?¿Sea lo que sea?
Por supuesto, estoy a su entera disposición.
Pues la quiero a Vd., señorita.
Eso es lo único que no puedo darle.
En ese caso tráigame una hoja de reclamaciones.

martes, 7 de julio de 2015

Más vale tarde



         Estaba dispuesto a cambiar. Su existencia hasta ese momento no había sido lo que los demás hubieran deseado pero él tampoco se había propuesto seguir código ético alguno. La verdad sea dicha, siempre se había comportado como un auténtico canalla y la decisión de cambiar su manera de actuar para el resto de su vida le había surgido en cuanto comprendió que la cosa iba en serio: le habían condenado a la pena capital.

lunes, 6 de julio de 2015

Oficina de información



         Buenos días.
Buenos días, señorita.
Vengo para solicitar información…
Un momento por favor.
Tres minutos más tarde:
Es que sólo necesito una pequeña orientación para…
Si se espera un momento…
Cinco minutos después:
¡Oiga, deje ya de mirar la pantalla del ordenador y atiéndame, por favor!
Ya le he dicho que haga el favor de esperar un poquito.
¡Un poquito, un momento,… llevo ya un cuarto de hora esperando.
Pues yo no pienso atenderla porque soy el técnico y estoy arreglando el ordenador. La persona que informa ha salido mientras a desayunar.

sábado, 4 de julio de 2015

Las “desgracias” no vienen solas



         Tenía que pasarme a mí… precisamente a mí… y, además, en el momento más inoportuno.
         Si ya me lo decía mi madre: “No sigas por ese camino”, pero yo seguí y, al final, se me ha echado la noche encima, la bicicleta se ha pinchado y me acabo de doblar un tobillo porque no se ve ni un pimiento y he metido un pié en un agujero.
         ¡Vaya por Dios! ¡Ahora para rematar me ha dado un apretón y me lo he hecho encima! Si es que hay días que es mejor no levantarse de la cama.

Dos puntos de vista



         ¡Qué bonito es esto! ¡Si estuviese aquí mi Marcelo para disfrutar del paisaje! ¡Con lo que le gustan a él los árboles y los pájaros que cantan! Le encantaría que le hiciese fotos para luego poder recordarlo todo.

         ¡Qué bonito es esto! Menos mal que no está aquí mi Lola porque no me dejaría tranquilo para contemplar el paisaje. Ponte aquí, ponte allí y dale que te pego con las fotos… hasta agotar la batería de la cámara y yo sin poder disfrutar de la visión de los árboles que tanto me gustan ni de escuchar a los pájaros que cantan.

viernes, 3 de julio de 2015

Charla entretenida



       ─¿Pero Vd. está seguro de que esto se va a arreglar?
         Hombre, yo estoy prácticamente seguro.
         Entonces, ¿no está totalmente seguro?
         Es que totalmente no se puede asegurar nada.
         Pues yo necesitaría una seguridad absoluta.
         No creo que exista.
         ¿Por qué?
         Porque el cálculo de probabilidades no es lo que se dice una ciencia exacta.
         Pero, ¿y la confianza en la Providencia Divina?
         ¡Ah! Eso ya es otra cosa.
         ¿Más segura?
         No sé… es que yo soy ateo…
         Ya, ya, Vd. lo que no quiere es mojarse.
         Oiga, que si me sigue hablando, la operación con anestesia local me va a salir un churro. Ya sabía yo que hubiera sido mejor dormirle.

miércoles, 1 de julio de 2015

Recuerdos: El bar de “Pepe el Elegante”



         En la parte izquierda de la entrada a Playa Bella se encuentra un restaurante en el que, por cierto, se come muy bien y a un precio no demasiado alto para la Costa del Sol.
         El establecimiento no siempre fue un bar sino que comenzó siendo un pequeño supermercado que tuvo que cerrar por falta de negocio ya que sólo tenía venta en verano.
         Compró el local un fontanero que puso un bar donde se podía tapear y lo llamó “Casa Pedro”
         Más adelante lo vendió a su dueño actual que venía de ser maître en un restaurante de la zona. Éste le dio tal cambio al establecimiento que parecía un lugar diferente y mucho más elegante (aunque un tanto recargado en la decoración) que el bareto anterior. Como el dueño se llama Pepe igual que “el Bello”, la gente lo llama el Bar de “Pepe el Elegante”

Dos “amigas”



         Mírame bien la cara ¿Qué me ves?
Pues tu cara, ¿qué quieres que vea?
En la frente, en la frente, ¿qué tengo en la frente?
Tienes la frente… tienes la frente muy despejada por cierto.
Vale, vale, ya sé que estoy perdiendo el pelo pero no era necesario que me lo hicieras notar… y en el ojo, ¿qué me ves?
Veo un ojo, porque el otro lo tienes tapado.
Es que soy tuerta, hija, no hacía falta que me lo recordaras.