jueves, 3 de septiembre de 2015

Martirio chino



Parecía increíble pero la verdad es que nunca consiguió nada cuando se lo propuso y eso que probó un buen puñado de veces. Siempre recordaba aquellas palabras que le decía su abuelo: “No te rindas y vuelve a intentarlo”.
Se armó de valor y decidió hacer una última tentativa pero sucedió lo de siempre: saltó por la ventana y se fracturó la otra pierna. Estaba claro que no aprendería jamás a volar y eso que se llamaba Zhu-Per-Mang.

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