jueves, 29 de octubre de 2015

También las hormigas



         Durante las pasadas semanas los caminos de hormigas dibujaban líneas negras a lo largo y ancho del jardín. Estaban llenando la despensa para poder aguantar los rigores del invierno que ya presentían. Había caminos de más de cuarenta metros de longitud, como el que iba desde el césped de la piscina hasta el tejado de la casa donde, al parecer, habían hecho su hormiguero quizás por temor a inundarse cuando las lluvias arrecien y han sido precisamente las últimas lluvias las que han conseguido que los laboriosos insectos se hayan refugiado definitivamente porque desde hace dos días no hay ni una hormiga visible.
         Aunque son más molestas que las abejas, no me cabe la menor duda de que volverán con la primavera.

miércoles, 28 de octubre de 2015

¡No quiero ni pensarlo!



         Menos mal que me lo advirtieron. La cosa tenía tarea pero tuve suerte y me avisaron a tiempo. La verdad es que no parecía que fuese un asunto complicado, pero… es que casi siempre peco de confiado y de buenazo que todo se lo carga para favorecer a los y a las demás. Podría haber sido mucho peor si llego a aceptar sin hacer preguntas antes… ¡no quiero ni pensarlo!

lunes, 26 de octubre de 2015

No tenía el don



         Apuró el vaso de un solo trago y lo dejó junto a la botella. Luego permaneció más de una hora observando ambos objetos como si quisiera devorarlos con la mirada…
         Cambió de posición para verlos a contraluz y nada de nada. Se puso de pié y lo intentó desde mil y un ángulos diferentes. Se agachó e incluso se tumbó en el suelo pero el resultado fue el mismo…
Estaba claro que la telequinesia no era lo suyo.

lunes, 19 de octubre de 2015

Las abejas



         Tenemos en el jardín dos algarrobos, uno de ellos ya tiene un buen porte y cuando florece sólo produce flores masculinas que atraen sobremanera a las abejas. Producen un zumbido perfectamente audible en todos los rincones del jardín. Cuando comenzó a llover el día 3 de octubre, se interrumpió su laboreo en pro de obtener polen, pero volvieron a la carga en cuanto volvió el sol. Así ha sido durante todo el mes hasta que hoy no han vuelto y, parece ser, que han abandonado su trabajo tal vez para encerrarse en su colmena esperando la floración de los naranjos.
         Estas zumbonas visitantes del jardín no son en absoluto peligrosas siempre que no se les moleste en su trabajo, tanto es así que me dejan incluso podar algunas ramas sin dedicarme siquiera una mirada.
Volved cuando queráis. Siempre seréis bienvenidas a casa.

jueves, 15 de octubre de 2015

Eduardo Sentinel



         “Las aventuras de Eduardo Sentinel” es el título de la novela que quiero presentar el día 18 de diciembre. Es una novela corta de género policiaco  en la que se narran cuatro aventuras de un agente secreto jubilado que reside en Palma del Río.
Está concebida, tanto desde el contenido como del estilo, para que los no acostumbrados a la lectura puedan entenderla a la perfección.
Como todos mis libros tendrá una encuadernación en cartoné forrado con guaflex imitación piel y cosido a mano. Hoy he terminado de doblar los cuadernillos y mañana comenzaré con el cosido de los ejemplares. Más adelante iré concretando aspectos como el lugar y la hora del evento.

martes, 13 de octubre de 2015

Trece



         Hoy es el último martes y trece de este año 2015. Como ya he explicado en ocasiones anteriores, siempre me acuerdo de mi padre. Una vez que tenía el coche averiado, le presté el mío para que pudiese trabajar y se quedó sin gasolina en medio de la nada. Cuando volvió a su casa me llamó por teléfono para decirme que me devolvía el coche porque su matrícula terminaba en trece y sus cifras sumaban el dichoso numerito. Cosas que pasan.

jueves, 8 de octubre de 2015

La obligación de tener INTERNET



         Y Vds. dirán: ¿A qué viene esto de la obligación de tener Internet?, pues a lo siguiente:
         Esta mañana a eso de las diez y media nos cortaron el suministro de agua en casa. Esperé un tiempo prudencial y a las once llamé al servicio de aguas del Ayuntamiento donde me informaron que en la página Web y en Facebook habían hecho público que sufriría ese corte entre las nueve y las doce para realizar diversas maniobras en el depósito del que me suministran.
         Y digo yo: ¿Tengo la obligación de mirar sendas paginitas todos los días por si acaso? ¿Tengo la obligación de tener una conexión a Internet para poder ver las dichosas paginitas?
         Alguien me dirá: ¿Es que no habla con sus vecinos? No, es que no tengo vecinos porque estoy en el campo.
         La verdad es que esto me recuerda otros tiempos en los que te decían que tenías que consultar el tablón de anuncios del Ayuntamiento sí o sí.
         ¿Tanto dinero supone colocar en la puerta un papelito (como hacían hasta el año pasado) con la información correspondiente?
         Seguramente es que soy un protestón impenitente.

martes, 6 de octubre de 2015

Siempre hay quien lo pasa peor



         Por mucho que a veces nos superen los problemas no debemos quejarnos demasiado porque hay otras personas que los tienen mayores.
         Si no aprendemos a levantarnos después de caer, nunca superaremos las barreras que la vida nos va poniendo a medida que avanzamos por ella.
Hoy parece que estoy un poco depre pero no es así, sino todo lo contrario, lo que sucede es que hoy he podido asumir el problema que ayer me trajo por la calle de la amargura y estoy contento por ello, y, precisamente, me ha valido ese dicho que sirve de título a esta entrada.

jueves, 1 de octubre de 2015

Recuerdos: El “Flit”



         Ahora que el veranillo comienza a languidecer y las casas se nos llenan de moscas que parecen querer hacerse amigas nuestras por lo “pegajosas” que se ponen, al coger el spray de insecticida vino a mi recuerdo aquel otro aparato que antaño se utilizaba en todas las casas: el “Aparato del Flit” que los mas mayorcitos recordareis y que desapareció a principios de los años setenta con la irrupción de los sprays que nos han fastidiado la capa de ozono.
         Todavía en casa llamamos “Flîh” al insecticida, y escribo con acento circunflejo para que se lea abriendo la pronunciación de la “i” y me parece que fue ayer cuando iba a comprar el insecticida “Flit” a la pequeña droguería que había en la calle José Mª Herrero en Córdoba que estaba regentada por Don Antonio Contreras a quien llamábamos “El tío de los bigotes” por su parecido con el personaje que figuraba en la etiqueta del linimento “Sloan” también desaparecido ya a causa de la aparición del “Reflex”. Como puede verse, todo un triunfo de los Sprays.