martes, 8 de diciembre de 2015

Al Lobo Feroz también le faltaba uno



Le faltaba uno, sí, tenía la certeza de que le faltaba uno pero la prisa por llegar a aquella entrevista de trabajo le hizo dejar de buscarlo y salir de estampida hacia la parada del autobús.
Llegó al edificio donde tendría la entrevista con el tiempo más que justo. Entró volando en el ascensor, pulsó el botón de la sexta planta y sacó la corbata del bolsillo de la chaqueta para completar su atuendo y… cuando fue a anudársela al cuello encontró el botón que le faltaba: ¡Se había abrochado la camisa “coja”!

1 comentario:

  1. eso suele pasar mucho.... sobre todo a los niños.... no sería tan feroz el lobo...
    besos.

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