viernes, 30 de diciembre de 2016

Una siestecita



El cascabeleo del caballo y el balanceo del coche le iban adormeciendo poco a poco hasta que dejó de escuchar el sonido y se sumió en un sueño profundo y reparador.
Recorrió calle a calle y plaza a plaza la zona antigua de la ciudad sin disfrutar de los monumentos que iban pasando junto a él y no despertó hasta que el frenazo del caballo le sacó de su modorra. Miró el reloj y comprobó que, como siempre, había tardado cincuenta minutos en el recorrido. Menos mal que el caballo se sabía el camino de memoria porque los “guiris” que había paseado no se habían percatado de nada.

jueves, 29 de diciembre de 2016

Tras la puerta



Aquella mañana había salido a dar un paseo en bici por el campo siguiendo una ruta nueva para él pero de la que le habían hablado muy bien sus colegas de la Facultad. El camino discurría siguiendo el cauce de un arroyo pasando muchas veces por dentro del bosque de galería, por eso fue que no vio a tiempo aquella rama con la que se golpeó en la cabeza y le hizo rodar por el suelo donde quedó un tanto conmocionado.
Al principio no tenía conciencia clara del lugar donde se encontraba pero, tras unos momentos de aturdimiento, recobró la consciencia totalmente y se levantó del suelo comprobando que, aparte del golpe de la rama, no le dolía ninguna otra parte del cuerpo.
La bicicleta se encontraba unos metros más adelante y, después de revisarla, no encontró desperfectos aparte de algunos arañazos en la pintura.
Se colocó bien el casco, que había ido a parar a su coronilla, subió de nuevo a la bici y se dispuso a reanudar la marcha. El sendero ahora se despegaba del cauce fluvial y se empinaba buscando lo alto de una loma y al llegar allí la vio: era una casona semiderruida de la que no le habían hecho mención sus amigos y el camino moría precisamente a las puertas de la misma.
Me habré equivocado en alguno de los cruces de caminos porque nadie me ha mencionado que este caserón estuviera aquí Pensó para sus adentros mientras echaba pie a tierra y observaba el edificio.
Tenía ante él un cortijo de dos plantas cuyo tejado había ido cayéndose poco a poco con el tiempo dejando a la vista algunas de las vigas que parecían el costillar de un barco boca abajo, pero lo que llamó poderosamente su atención fue que la puerta parecía estar en perfectas condiciones de conservación. Era una puerta de duelas en la que los clavos de latón relucían como si llevasen allí poco tiempo.
Se acercó y pudo apreciar que estaba entornada por lo que apoyó la bicicleta contra el muro de la fachada y se dispuso a penetrar dentro de la casa a través de aquella puerta entreabierta que parecía invitarle a hacerlo…
Entonces fue cuando sintió un dolor agudo en la cabeza, se llevó la mano al lugar dolorido y notó como un chichón de grandes dimensiones le había “brotado” en medio de su frente. Se hallaba tirado en medio del sendero con el casco en la coronilla y la bici había ido a parar a unos metros por delante.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

El colmo de la curiosidad



Incluso antes de abrir el paquete, ya sabía lo que iba a encontrar en su interior. Lo había traído un mensajero por la mañana pero no fue hasta que volví para comer que me lo entregó mi vecina pues se había hecho cargo de él al ver que yo no estaba en casa.
Le dí las gracias pero ella se quedó quieta como un pasmarote esperando que rompiera el precinto que cerraba la tapa (la verdad es que era un poco, por no decir un mucho, cotilla la señora). Me quedé mirándola a los ojos sin mostrar ni la más mínima intención de abrir la caja, pero ella siguió allí resistiendo mi mirada y sin decir palabra.
¿Necesita Vd. algo, Pepita?
Ella pareció despertar de su quietud y esbozando una sonrisa malévola musitó:
No, nada, ya me iba.
Pero no se movió del dintel de la puerta y casi tuve que darle con ella en las narices cuando la cerré. Llevé el paquete a mi dormitorio y lo dejé encima de la cama. Me pareció ver fugazmente la cara de mi vecina desaparecer detrás de los visillos de la ventana. Eché las cortinas y encendí la luz para ver mejor el contenido del envío aunque ya digo que sabía perfectamente lo que iba a encontrar dentro de él. En ese momento sonó el timbre de la puerta. Dejé la caja sobre la cama y fui para ver quién llamaba. Otee por la mirilla y allí estaba ella: mi vecina Pepita. Me entraron ganas de no abrirle pero al final pudo más mi parte cortés y abrí la puerta.
Dígame qué se le ofrece Dije con un tono de voz que no era ni mucho menos amable.
Me miró de arriba abajo y me soltó:
No hace falta que me diga lo que contiene su paquete porque sólo los sombreros se envían en ese tipo de cajas y, además, he leído quién era el remitente…
¿Entonces? - La interrumpí sin dejarla terminar la frase.
Volvió a mirarme de arriba abajo y, con una voz melíflua y cierto retintín me dijo:
Me gustaría saber de qué color es.
Se dio media vuelta y se largó dejándome con la palabra en la boca.

lunes, 26 de diciembre de 2016

Matar a un personaje



Es difícil matar a un personaje. Después de tanto escribir sobre él, de tanto pensar en cómo habría de ser tanto física como moralmente, después de haberle seguido los pasos y de corregir una y cien veces sus acciones, se le llega a tomar cariño aunque se trate de un personaje deleznable pero, al fin y al cabo, es hijo tuyo, imaginario sí, pero hijo de tus entrañas cerebrales. Has convivido con él a lo largo de todo un proceso de creación y ahora, después de todo este camino recorrido juntos, vas y le matas… no, eso no es natural, es como una traición y no está la cosa como para traicionar a nadie… ¿Y si le dejas vivir y vuelve a aparecer en otro relato?... Sí, creo que esta opción es mucho mejor, más humana sobre todo, al fin y a la postre siempre habrá tiempo de matarle si no mejora su comportamiento… Pero ¿y si le dejas vivir y sigue siendo un personaje mortífero?... En este caso sería mejor matarle y esta historia se acabó… No, no es tan simple la solución, pienso que sería mejor darle una nueva oportunidad… o varias si es preciso…
Bueno pues me voy a poner manos a la obra y voy a crear al personaje de mi próximo relato que tiene que ser…

sábado, 24 de diciembre de 2016

PAJARILLOS



En las tardes de invierno de sol que no calienta
que se nos van volando pues el día tiene prisa
por dar paso a la Luna, se afanan los jilgueros
por encontrar cobijos donde pasar la noche
con la tranquilidad de no tener peligros
que pongan su existencia al borde del abismo
mientras sueñan despiertos con primaveras nuevas,
con nidos, con polluelos, con nueva descendencia
que les haga sentir una nueva experiencia
para sobrevivir, para ganar otro año,
débiles como son pero quieren lograrlo.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Ya no eran unos niños



Apenas se desperezaba la tarde cuando tomaron el camino que llevaba a los neveros. Su padre aún le consideraba demasiado pequeño para subir a la montaña y prefirió hacer un recorrido más corto.
La senda se empinaba y su padre se volvía de cuando en cuando para ver si le seguía. Miguelito, aunque muy joven, tenía una resistencia mayor de lo normal para un niño de su edad y seguía a su progenitor a dos o tres pasos de distancia, sin decir palabra pero sin perder el resuello.
De pronto su padre se detuvo y Miguelito se puso a su altura escudriñando el pequeño llano que se ofrecía a sus miradas.
Allá, Miguelito, mira junto al árbol reseco, allá esta el nevero dijo el padre con la voz teñida por la emoción.
Miguelito siguió con la vista el camino que su padre indicaba con el dedo y se quedó pasmado: aquello blanco que relucía con los rayos del sol del atardecer era la nieve.
Para el pequeño fue un descubrimiento casi tan grande como la admiración que sentía por su progenitor.
Los paseos con su padre, aquél hombretón de pelo rizado negro como la noche, eran la delicia de Miguelito que, cuando desapareció de su vida, fue como si se le apagase la luz y gracias a su amistad con Bertita, su vecina de al lado, consiguió recuperarse poco a poco hasta casi olvidarlos porque Bertita era ruidosa como un cascabel y tenía una vitalidad que la hacía una personilla de lo más encantador y le obligaba a no parar de hacer cosas de tal manera que Miguelito, sin darse cuenta, se hizo “Bertitadependiente” y ya no sabía vivir sin estar con ella a todas horas de tal manera que casi todos los días sólo iba a dormir a su casa.
Unos años después los padres de Bertita decidieron irse a vivir a otro lugar bastante lejano pues allí le había salido trabajo al cabeza de familia. Miguelito sintió como si la tierra se abriera bajo sus pies y cayó de nuevo en la melancolía.
El tiempo que todo lo cura le fue encalleciendo la herida producida por la falta de sus dos seres más queridos hasta que volvió a ser un adolescente cabreado como todos los demás.
Cuando Miguelito, ya convertido en Miguel, se marchó a estudiar a la universidad sucedió lo inesperado pero que en su fuero interno no había dejado de anidar: aquella chica preciosa que estaba hablando con unas compañeras era Bertita con toda seguridad y hacia ella dirigió sus pasos. En el momento que se cruzaron sus miradas, Miguel estuvo totalmente seguro:
¡Hola! ¿Eres Berta verdad?
¿Nos conocemos de algo? Fue la respuesta de ella.
Miguel enrojeció hasta la raíz del cabello, dio media vuelta y, cabizbajo, huyó a buen paso buscando algún lugar donde refugiarse para esconder su vergüenza.
Sintió que le tocaban en el hombro y se volvió con las lágrimas a punto de brotar en sus ojos y allí estaba ella con cara sonriente:
Que sí soy yo, idiota. Que sólo quería gastarte una broma.
Miguel no dijo nada sino que se fundieron en un abrazo que prometía muchas cosas más…

martes, 20 de diciembre de 2016

PUEDO DECIR



Puedo decir que no me importa nada
si tropiezas y caes porque no miras donde
pones los pies, pero si me molesta
que te caigas encima de mi espalda
que no tiene ni culpa ni mucha fortaleza
para aguantar tu peso ni tu inercia
y con mayor motivo tu torpeza.
Puedo decir que estabas en mi casa
aunque no sea así y por eso esconde
la verdad que no quieres que se sepa
de tus líos de amores y de faldas
de tu vida errabunda, ciega, inquieta
pero no pidas que también defienda
tus engaños continuos, tu vileza.

sábado, 17 de diciembre de 2016

EVANESCENTE



Como el rumor del agua
de arroyos cristalinos,
como el tacto de sedas,
algodones o linos,
tu aroma todo llena
de múltiples matices,
de dulces sensaciones
y de suaves caricias.
Tal vez todo es ficticio,
sólo imaginación
y luego si despierto
todo se desvanezca
como la niebla leve
que se va con el sol.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Nunca había roto un plato



Estaba hasta la coronilla de oír como todo el mundo decía que era una bellísima persona que en toda su vida nunca había roto un plato y además él mismo presumía de ello desde que empezó atrabajar allí… por eso, al pasar por su lado, no pudo evitar ponerle la zancadilla cuando llevaba la vajilla sucia hasta la cocina.

martes, 13 de diciembre de 2016

Tú serás el pájaro



En vano escudriñaba el horizonte buscando no sé qué pero lo cierto era que ya venía esperando su llegada desde hacía mucho tiempo. Nunca a nadie le habló de su existencia ni nada sobre él salió de su boca pero su nerviosismo se iba acrecentando a medida que pasaban los años de su vida solitaria.
La vieja se lo había anunciado con claridad meridiana aquel martes y trece nefasto en que su hermano cayó al vacío desde lo alto de la torre y es que, aunque no fue quien le empujó, si fue el instigador del aciago evento pues, jugando a los animales cuando niños, le convenció de que era un ave y él sólo pudo probarlo en un intento.
Ahora al cabo de los muchos años volvió a oír la voz de la vieja dentro de su cerebro: “Vendrá a por ti para que sigáis jugando juntos y tú serás el pájaro”

lunes, 12 de diciembre de 2016

La leyenda del Arquito Quemado



Este fin de semana ha sido un continuo tobogán de sensaciones emocionantes con el estreno de mi primera obra (mejor dejarlo en “obrita”) teatral: “La leyenda del Arquito Quemado” que narra en verso la supuesta batalla que Fray Ambrosio de Torres relató en su “Crónica de Palma Ilustrada” entre Don Luis Fernández Portocarrero, séptimo Señor de la villa y un ejército de nazaríes que pusieron cerco a Palma.


Marcos Fernández, Virginia González y Lidia Rodríguez, miembros de “Arrempuja Teatro” y un humilde servidor, dimos voz y vida a la teatralización de un texto del que tengo el honor de ser autor y que podréis leer en la pestaña correspondiente del blog.


Espero que, tanto para quienes asistieron al evento como para los que no pudieron verlo, sirva de recuerdo o de primicia según los casos.
A todas y todos mi agradecimiento y el de Arrempuja Teatro por vuestra maravillosa acogida así como al Centro Hípico “La Herradura” y a la Asociación de caballistas “Pepe el Bodega” por su inestimable colaboración.

domingo, 11 de diciembre de 2016

Mañana laborable de un jubilado con suerte



Despierto lentamente a la mañana que también se levanta soñolienta. Mis ojos se acostumbran poco a poco a esa luz que se filtra entre los agujeros de la persiana a medio bajar que intenta tapar, sin mucho éxito, la ventana de mi cuarto. De pronto el despertador se pone en marcha: son las siete, y me espera otra jornada de trabajo para hacer que el jardín sea ese adorno que cualquier casa de campo se merece.
Es invierno, casi invierno diría mejor, aunque las flores todavía resisten sin ajarse porque el frío aún no nos visita ni se escarchan los campos como antaño.
Me levanto de un salto (es un decir) de la cama y me voy a la ducha sin demora. La casa esta caliente todavía por más que la calefacción no se ha encendido. Un café y una tostada con aceite y las tijeras de podar en ristre para abordar los setos y rosales que esperan ya mi visita anual que los deje en condiciones de rebrotar con fuerza en Primavera.

viernes, 9 de diciembre de 2016

COMO ANTES



Nuevos momentos,
nuevas situaciones,
nuevos amigos,
nuevas sensaciones,
pero todo, al final, es casi como antes,
casi como si nada
hubiera cambiado
porque tú me sigues ignorando.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Alea jacta est



“La suerte está echada”. El último ensayo ha sido esta tarde y todo está preparado para que “La leyenda del Arquito Quemado” vea la luz el viernes a las cinco de la tarde… A las cinco en punto de la tarde, hora tradicionalmente taurina, que nos llevará a reunirnos con vosotras y vosotros en el mismo lugar en que Fray Ambrosio de Torres sitúa la acción.
El séptimo Señor de Palma, don Luis Fernández Portocarrero y Bocanegra cobrará vida en el actor Marcos Fernández, su esposa y cuñada, doña Francisca y doña María Manrique  respectivamente, lo harán de la mano de Virginia González y Lidia Rodríguez, y, en la narración del acontecimiento, un servidor de Vds. como el mismísimo Fray Ambrosio de Torres.
Esperamos y deseamos que la pequeña obra sea del agrado de todas y todos.

martes, 6 de diciembre de 2016

EN BRAZOS DE ELLA



Esa luz ambarina
de la tarde otoñal
dará paso a una noche
estrellada y con Luna
templada y tranquila,
sin viento y sin lluvia,
como si del verano
aún se tratara
y nos deja velar
hasta la madrugada
ligeros de ropa
y abrazados los dos.
Las miradas ansiosas
y las manos tendidas
como si se escapara
el tiempo entre los dedos
intentando agarrarlo
por su cola imposible
para que no se acabe
este instante de amor.

domingo, 4 de diciembre de 2016

HAYKUS



En tu mirada veo lo que tú ves,
si con tus labios beso lo que tú besas,
¿podré besarme yo?

El cangrejo no sabe
que camina hacia atrás.
¿Y tú?

La lluvia que nos moja
viene de arriba.
Igual que la vecina.

Las cosas de palacio
ni van ni vienen:
las cosas no se mueven.


viernes, 2 de diciembre de 2016

AMO LA VIDA



Recuerdos del pasado
me asaltan,
anhelos del futuro
no faltan,
acciones del presente
se mezclan
con recuerdos y anhelos
cuando me vence el sueño
y me hacen despertar
en medio de la noche
bañado en sudor frío
pensando que la Parca
me viene a visitar.
Mas sé que sólo es sueño
o más bien pesadilla
pues yo amo la vida
y aún quedan muchas cosas
que tengo que aprender
como si fuera un niño
que no cuenta los días
porque sabe que tiene
muchos por rellenar.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Se aplaza la Feria Medieval



La amenaza de lluvia para este fin de semana ha supuesto el aplazamiento de la 1ª Feria Medieval de las Tres Culturas que había de celebrarse en nuestra ciudad hasta el siguiente fin de semana, esto es, del 9 al 11 de este mes de Diciembre.
Esperamos que la afluencia de público sea la prevista o aún más en estas nuevas fechas. Y se pueda disfrutar de este evento que, bajo la lluvia, se hubiera deslucido sobremanera.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Primer ensayo general del Romance del Arquito Quemado



Ayer martes a las cuatro de la tarde realizamos un ensayo conjunto con los caballistas que van a representar a los caballeros portaestandartes del Señor de Palma.
Participamos los actores y siete jinetes con sus respectivas cabalgaduras que hicieron un ensayo de movimiento para coordinar la dinámica de la representación teatral que se estrenará, si el tiempo no lo impide, el próximo sábado a las cinco de la tarde en la puerta del “Arquito Quemado”.
Esperemos que todos los esfuerzos que se están haciendo tengan el fruto adecuado y todos los asistentes disfruten con el acto.
¡Hasta muy pronto!

lunes, 28 de noviembre de 2016

ÁBRETE



Ábreme las cortinas de tu alma para
que pueda ver tu desnudez por dentro,
para que se me muestren
los recuerdos que hay en tu memoria,
los sentimientos
que viven en tu entendimiento,
para que tu voluntad me enseñe
lo que tú estás dispuesta a conseguir.
Ábreme las cortinas de tu alma pero
luego las cierras para que nadie pueda
saber lo que yo sé.

sábado, 26 de noviembre de 2016

VERBOS



La piel es la frontera de tu cuerpo,
tu cuerpo es el refugio de mi cuerpo,
mi cuerpo es corazón porque te quiero,
te quiero porque sólo sé hacer eso.
Querer, saber, hacer sólo son verbos,
amar y desear también lo son.
Tus ojos son ventanas y tu boca
deseo de besar que me trastoca,
tu pelo es la caricia que mis manos
esperan cada noche para hebrarlo,
tus manos son el goce de mi piel
que las acoge como siempre fiel.
Tu pecho es obsesión  para mis dedos
y tu lugar secreto es mi tormento.

viernes, 25 de noviembre de 2016

EL ÁRBOL SECO



Las hojas arrugadas, inmóviles y tiesas
como si fueran contrahechas.
Corteza despegada, a jirones,
desconchada por todos los rincones.
Las ramas caídas, desgajadas,
casi todas dispersas, destrozadas,
entre las otras hojas enterradas
pues cayeron por algún viento fuerte.
Es la imagen perfecta de lo inerte,
como petrificado por la muerte.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

La foto



¡Madre mía! ¿De dónde ha salido esta foto? Pero si hace años que la había perdido de vista y ahora, precisamente ahora, voy y me la encuentro en el viejo estuche de lápices que guardé como recuerdo de mi último curso de bachillerato: el “preu”, el dichoso preuniversitario que me costó Dios y ayuda aprobar.
¡Qué caras! ¡Qué pintas tenemos! Maricarmen con ese lazo que usaba cada vez que íbamos de guateque, Pepita con su vestido de cuadritos y Mariluz y “La Pitu” con sus trenzas, y yo como el guardián de sus honras con el cigarrillo a lo Bogart… bueno la verdad es que estamos fumando y bebiendo a la salud de alguien… ¡Ah, sí! a la salud de… cómo se llamaba… sí, se llamaba Doña Luisa pero la apodábamos “La Fiera” que nos traía de culo con la Literatura Francesa pero al final nos aprobó, eso sí, con un cinco peladito menos a “La Pitu” que le puso un notable alto.
Creo que la foto fue en casa de Pepita, sí seguro que fue en casa de Pepita, lo recuerdo por la alfombra. Fue la noche antes de salir de viaje de estudios y a la mañana siguiente llegamos al autocar con una resaca de persona mayor, bueno yo no sabía entonces cómo eran las resacas de las personas mayores pero ahora puedo certificarlo… ¡Vaya se me ha ido el Santo al Cielo y tengo que ir a recoger a Mariluz a la peluquería! Sí, al final nos casamos y la verdad es que me costó bastante convencerla, pero ésa es otra historia.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Y llegamos a los cien mil



Esta mañana, cuando he mirado las estadísticas de mi blog, he podido observar con “orgullo y satisfacción” que se han superado las cien mil visitas desde que lo abrí en junio de 2011.
Sólo quiero decir a esas personas que me visitan diariamente que intentaré escribir entradas suficientemente atractivas e interesantes para que no se olviden de mí.
¡¡Muchísimas gracias a todas y a todos!!

domingo, 20 de noviembre de 2016

Encuentro de Corales. Semana de Santa Cecilia



Ayer, a las ocho de la tarde-noche, se celebró en el Teatro Coliseo de Palma del Río el tradicional Encuentro de Corales Polifónicas que año tras año organiza la Asociación Cultural “Coral Eloy Viro” con la colaboración inestimable del Patronato de Cultura del Ilustre Ayuntamiento de nuestra ciudad.
El Alcalde junto con la Delegada de Cultura asistieron al evento que contó con una afluencia de público nada desdeñable, habida cuenta de la coincidencia horaria con el derby madrileño futbolero.
La Agrupación Coral de Carcaixent, que era la invitada, abrió fuego deleitándonos con seis temas de su repertorio que nos trasportaron a la Gloria Musical. A continuación fue Manuel Garrido quien nos ofreció la cantata “Una furtiva lágrima” acompañado al piano por la directora de la Coral Eloy Viro, Olena Bulyavets. Seguidamente el dúo formado por Mª del Carmen Tejero y Fernando Mohedano interpretaron el tema central de la película “La vida es bella”. Para acabar con estas actuaciones en pequeño formato, el grupo “Son de son” llenó el aire de la sala con la melodía de “Historia de un amor”.
Por último La Coral Eloy Viro interpretó cuatro temas:
Riu Riu Chiu, del Cancionero de Upsala
Unchained melody, de Alex North
Halleluyah, de Leonard Cohen con los solistas: Pepe Blasco y Polina Bulyavets.
Y  Sevillanas del s. XVIII, acompañadas con el baile del grupo “Palmacompás”.
 Vino luego la entrega de distinciones a: D. Antonio García Fernández, D. Manuel Ruiz Torres, Palmacompás y a la Agrupación Coral de Carcaixent.
Como colofón, las dos corales unidas cantaron un par de piezas clásicas dirigidas por cada uno de los directores respectivamente.
Un refrigerio para aclarar las gargantas y algo más en el Hotel Castillo, cerró el evento que fue presentado por un servidor que, dicho sea de paso, disfruté de lo lindo.