domingo, 17 de enero de 2016

Entomología



Primero fue el olor a naftalina, o quizás no, para el caso daba lo mismo y no era momento de discutir porque se encontraba inmovilizada totalmente.
Sintió un pinchazo en la espalda muy cerca de la cabeza y, mientras algo desconocido le iba atravesando el cuerpo, notó cómo un olor penetrante la iba sumiendo poco a poco en un sopor que no le dejaba ni gritar ni defenderse…
¿Has visto la nueva mariposa que acabo de añadir a la colección?
Sí, la verdad que es preciosa. Parece enteramente que estuviese viva.

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