sábado, 30 de enero de 2016

Inesperado



La verdad es que no me lo esperaba… y mucho menos de una persona tan poco proclive a demostrar sus sentimientos. Estoy francamente sorprendido y, sobre todo, sorprendido gratamente. En estos tiempos en que la escala de valores cambia como si de un camaleón se tratara nunca pude imaginarme que esto sucedería… y nada menos que a mí… bueno, a ti y a mí para ser más exactos.
Se me quedó una sonrisa de oreja a oreja cuando esta mañana me deseaste buenos días en el ascensor.

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