martes, 17 de mayo de 2016

Cuestión de sensibilidad



Cuando éramos niños era fácil saber quien había sido el autor de alguna gamberrada. Se decía aquello de “ha sido quien tenga las manos más coloradas” y, automáticamente alguno o alguna se miraba las manos delatándose él o ella misma.
Ahora no sé lo que pasa pero ya nadie se mira las manos ni aunque las tenga al rojo vivo y es que, con los años, seguramente se pierde la sensibilidad para el calor.
Vamos, digo yo que será eso. ¿O no?

1 comentario: