jueves, 15 de diciembre de 2016

Nunca había roto un plato



Estaba hasta la coronilla de oír como todo el mundo decía que era una bellísima persona que en toda su vida nunca había roto un plato y además él mismo presumía de ello desde que empezó atrabajar allí… por eso, al pasar por su lado, no pudo evitar ponerle la zancadilla cuando llevaba la vajilla sucia hasta la cocina.

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