viernes, 3 de febrero de 2017

El “Viaje”



Nadie tuvo el valor de decir no, nadie pensó decirlo pues negarse equivalía a despreciarle y el desprecio es moneda que se utiliza poco en esta relación que nos atañe.
Nada se pudo hacer sino esperar aunque la espera pudiera ser en vano y no hubiese remedio para cuando todo estuviera terminado.
La vida es eso, una agonía continua que nos aboca de forma irremediable al viaje de ida sin retorno sin darnos tiempo casi siempre a prepararlo.
La verdad es que había comprendido que no tenía mucha gente que le quisiera y no tenía claro si seguir adelante o no con el suicidio por si luego nadie asistía a su entierro...

1 comentario:

  1. yo una vez que esté muerta, la verdad es que me importa una mierda quien venga o no...
    besos.

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