Vivía
en un apartamento solo. Tomaba el café solo, el whisky solo, desayunaba solo,
almorzaba solo y cenaba solo. Sólo tenía un hermano, sólo un sillón, sólo un
sofá y sólo una cama. Sólo tuvo una ilusión, sólo tuvo un amor y sólo tuvo un
desengaño. Se paseaba solo, viajaba solo y trabajaba solo. Llegó a sentirse tan
solo que hablaba solo. Era el paradigma de la soledad.
No tomes literalmente lo que aquí se muestra, siempre puede haber una segunda lectura... o, tal vez, no.
Páginas
- Página principal
- Con ojos de niño
- Un asunto poco habitual
- Un menú diferente
- Tan lejos y tan cerca a la vez
- Una rubia de bandera
- La mujer de negro
- Una llamada de teléfono
- El misterio de los números
- El encargo de Marcos
- El asunto de la vieja llave
- La desaparición de Marta
- La gárgola
- Mi abuela Isabel
- Doble Vida
- Ella no era lo que yo suponía
- Un amigo demasiado misterioso
- Una vieja conocida
- Cambio de latitud
- Rigoberto
- El regreso de Rigoberto
- Rigoberto y el mar
- La ciudad en peligro
- El caso de la Baronesa promiscua
- La Leyenda del Arquito Quemado
- Una comida caníbal
- ROMANCE A UN PALMEÑO ILUSTRE
No hay comentarios:
Publicar un comentario