ANSIEDAD

Con nuestros cuerpos confinados

y la imaginación viajando libre

sentirnos prisioneros del presente

para ser ciudadanos del futuro

es algo que ilusiona y que entristece,

algo que frustra, pero nos anima

a seguir peleando por la vida

aunque sea obedeciendo a los gobiernos.

DEDICADA A ANTONIO EL ALFARERO

El barro, que es de la tierra,

pasa a ser nuestro aliado

cuando, después de amasarlo,

hacemos con él cacharros

que viven con nuestra vida

aunque sea como adornos

y antes fueron instrumentos

que nos fueron cotidianos.

Tú fuiste, Antonio, tú fuiste

el artífice que antaño

nos enseñó a mucha gente

cómo querer a ese barro

que ha sido tu vida toda,

aunque dejaste un espacio

para ser el “practicante”

que atendió a los palmeños

poniéndoles inyecciones

sin asustar a los niños

pues las ponía “sin agujas”

o ellos así lo pensaban.

NANA DE PRIMAVERA

A tormenta por tarde,

noche serena,

el paraguas no vale

porque ventea,

porque ventea, niña,

porque ventea,

a tormenta por tarde,

noche serena.

En los brazos del sueño

se mece ella,

se mece entre sus brazos,

cierra los ojos

y mi niña se duerme, ea la ea.

LA LLUVIA NOS VISITA

La lluvia nos visita y nos alegra

en medio de este encierro colectivo

veremos si el redoble de sus truenos

aleja ya a este virus desgraciado

que diezma nuestros pueblos y ciudades,

que mata sin piedad y no se fija

ni en sexo, ni en edad, tampoco en raza

lo mismo mata al pobre o mata al rico

tal vez para decirnos sin tapujos

que todos somos hijos de la misma

Madre Naturaleza que nos hizo.

LA ROSA

Ella sabe lo que pasa,

también lo que pasará,

lo que pasó y lo que nunca

ha de volver a pasar.

Es la clave de la vida

que, después de la clausura,

arranca con nuevas fuerzas,

y nos muestra la hermosura

que antes tenía escondida

en su capullo encerrada.

Es la rosa que ha nacido

y que además de su aroma

nos da toda su belleza

sin pedir a cambio nada.

Justificación

Después de cuatro semanas de confinamiento y un tiempo en el que he empezado a sentirme un poco deprimido me ha parecido oportuno hacer autocrítica y me encuentro continuando mi última novela que pienso se quedó demasiado corta.

Ayer retomé su continuación después de releerla varias veces y soñar por dónde podría seguir la historia que en ella se cuenta.

Es por esto por lo que voy a dejar de publicar durante unos días o, quién sabe, durante unas semanas, para poner toda la carne en el asador y dar, por fin, un final más de mi gusto a esta novela a la que tantos días dediqué en su momento y que ahora voy a terminar definitivamente.

PARADA Y FONDA

Los días siguen pasando,

monotonía,

horas que caen como gotas de agua en la gotera del salón

cada minuto se hace eterno,

interminable,

como si no tuviera que acabar jamás,

como si su reloj se hubiera detenido

cansado,

agotado, sin el deseo de continuar su curso,

el curso de la vida detenida,

sin aliento,

sin nada que reinicie su camino

que sabemos tendrá que reiniciar pero

¿quién sabe cuándo?