Volvieron
los recuerdos
con
lo que ellos podrían aportarme
y
me encontraron dormido, somnoliento
con
mi alma perdida entre las faldas
de
las musas que ya no están conmigo
Volvieron
los recuerdos
para
decirme cuánto llevan lejos
porque
ya mis oidos están sordos
a
su llamada, a sus perdidos cantos de sirena,
que
ya no están presentes en mis sueños.
Volvieron
los recuerdos
y
he comprobado que no los reconozco,
que
ya no forman parte de mí mismo
porque
han estado tanto tiempo lejos
que
han perdido mi aroma, mis olores,
que
ya no pueden vivir en mis adentros.
Volvieron
los recuerdos
y
aunque yo no quisiera que volvieran,
decidieron
ya no abandonarme
y se quedaron a vivir conmigo.