martes, 27 de febrero de 2018

Ya terminé la novela



Después de casi dos años de trabajo, por supuesto discontinuo, he conseguido terminar mi segunda novela que lleva como título: “En las antípodas”.
Es una historia que sucede en Nueva Zelanda tal y como puede deducirse del título. Todavía no me ha dado tiempo a registrarla en la Propiedad Intelectual pero trataré de hacerlo en breve para tenerla editada, si es posible, a mediados del verano.
La verdad es que, después de varias colecciones de micro relatos y tres o cuatro micro novelas, me hace mucha ilusión publicar este texto largo del que me siento bastante contento.

domingo, 25 de febrero de 2018

EL MIRLO



En las rojizas luces del crepúsculo
que cada día preceden a la noche,
emite el mirlo su trino lastimero,
desafinado cantor despide el día.
Sus disonantes notas son el broche
que cierra sinfonías de cantores
más entonados que antes musicaron
las limpias tardes de cielos despejados.
Más se marcha la tarde y van con ella
las últimas notas del cantor
que la celebra con su voz aguda
gritando así su humilde despedida.

jueves, 22 de febrero de 2018

FRONTERAS DE SAL



Fronteras de sal, fronteras,
fronteras de sal y de agua.
Agua y sal deben ser vida
y, sin embargo, la quitan
a quienes van a cruzarlas
huyendo de sus lugares
abandonando familias
para que manos mafiosas
les envíen a la muerte
en cayucos o en pateras.
Fronteras de sal y de agua,
mas bien fronteras de muerte.

lunes, 19 de febrero de 2018

ANGELITO



Angelito Feribañez
no era un niño muy corriente,
el chaval era despierto,
era muy inteligente.
Su maestra doña Aurora
le trataba de enseñar
pero Angelito, rebelde,
no se dignaba escuchar.
La maestra sofocada
llamó con urgencia al padre
que acudió muy preocupado
en compañía de la madre.
Volvieron pues a su casa
una vez bien informados
y leyeron la cartilla
al recalcitrante vástago.
Angelito prometió
escuchar a doña Aurora,
mas puso una condición:
Que me escuche la tutora.
¿Acaso ella no te atiende?,
los padres dicen a coro.
Si alguna vez le pregunto,
ella me tacha de loco.
Los padres muy sorprendidos
se vuelven para la escuela
y buscan a doña Aurora
para aclarar este tema.
Con el semblante muy serio
les escucha la tutora.
Cuando tomó la palabra
decía así doña Aurora:
Angelito no está bien,
pregunta cosas muy raras,
no se imaginan ustedes
lo que su boca propala.
Pues pónganos un ejemplo
que nos quedemos tranquilos
y podamos reprender
a este demonio de niño.
¿Pues saben qué preguntó
en la clase de sociales?
Los padres niegan los dos
y se quedan expectantes.
Doña Aurora hace una pausa
para tomar carrerilla
y se lanza con pasión
haciendo crujir la silla.
¿Saben lo que preguntó?,
se pone roja de ira.
Vuelven a negar los padres
y casi tira la silla.
Me dijo que si podía
preguntar algo de mates.
Le dije que no era hora,
que estábamos en sociales.
Se levantó y me miró
y dijo muy despacito:
Doña Aurora, por favor,
contésteme le suplico.
Le vi tan desangelado
que consentí su cuestión.
Me dijo: Es un problema
que no tiene solución.
Pues dímelo ya chiquillo
que no tengo todo el día
veremos si entre los dos
tenemos la formulita.
Pues verá usted, señorita,
¿cuántos años han pasado
desde que usted era chica?
¿Y por qué preguntas eso?
Le dije muy mosqueada
y el muy ladino soltó:
Sólo tiene que restar
y usted debe de saber
que por algo es la maestra
y nos tiene que enseñar.
Yo lo mandé a aquél rincón
y de cara a la pared
mas cuando me di la vuelta
me dijo el muy bravucón:
Pues cuando yo sea mayor,
usted será una ancianita
y no podrá suspender
ni a los niños ni a las niñas.

viernes, 16 de febrero de 2018

AMAR SIN PALABRAS



El viento se llevó nuestros silencios,
las palabras ya se habían marchado
y sólo nos quedaron las miradas,
y los gestos también, también quedaron.
Podemos aún mirarnos a los ojos
y amar y desear en la distancia
sin siquiera abrazarnos tiernamente
pues tampoco podemos acercarnos.
Sin hablar, sin tocar y sin los besos
es posible amar toda una vida
y es que el amor es sutil y vaporoso,
no se puede agarrar pero se nota.

sábado, 10 de febrero de 2018

Anochecer



Cuando el reflejo de las luces del crepúsculo tiñe de rojo las copas desnudas de los árboles de la alameda, las tórtolas arrullan el atardecer al par que el cuco parece dar la hora sin sentido y los rabilargos retornan a sus cobijos para pasar la noche.
En el arroyo las ranas comienzan su sinfonía monótona y la culebra de agua se apresta a cazar algún batracio para la cena antes de buscar un refugio donde aletargarse.
La fría y plateada luz de la Luna inunda el brumoso anochecer y la hojarasca se agita cuando algún roedor se mueve buscando algo que comer mientras el mochuelo otea el espacio con sus enormes ojos redondos tratando de ubicar al responsable del ruido.
Sólo es el final del otoño pero la noche se enfría lenta e inexorablemente para conducirnos hacia una madrugada, tal vez, gélida.

martes, 6 de febrero de 2018

CUENTO PARA DORMIR A UNA NIÑA (PARTE III)



En la casita de al lado
vivía un niño pelirrojo
y en una jaula tenía
un pobre jilguero cojo.
Se lo encontró una mañana
cuando iba hacia la escuela,
como vio que estaba herido
lo dejó en lo de su abuela.
La abuela curó la herida
pero el pobre jilguerillo
se quedó con una pata
y un muñón en la de al lado.
Con un palillo de dientes
el niño le hizo una pata
y el pajarillo contento
cada día más cantaba
y ya nadie se fijaba
cuando escuchaba al cantor
trinando cual ruiseñor
aunque al pobre jilguerillo
le faltase aquella pata.
Y el niño con mucha gracia
le puso nombre pirata,
Barbanegra le llamó
como el que hundía galeones
en tiempos Maricastaña
y el cuento aquí se acabó.

sábado, 3 de febrero de 2018

CUENTO PARA DORMIR A UNA NIÑA (PARTE II)



Era un pueblo muy pequeño
al otro lado del mar
era pequeño y precioso,
la verdad no estaba mal.
Allí vivía una niña
con sus padres y alguien más:
era un perrito pequeño
que no sabía ladrar.
Un día que salió la niña
con su perrito a jugar,
unos ojos la acechaban,
ojos que miraban mal.
La niña sin darse cuenta
en el bosque se metió
y es que en estos cuentos siempre
hay un bosque y un dragón
y cuando vino la noche
y la niña se perdió,
el dragón se relamía
pues era un gran comilón.
Fue acercándose despacio
a donde la niña estaba
pero lo que no sabía
es que el perro no ladraba
y así no podía encontrarla
pues de noche no veía
el dragón era muy tonto,
era el rey de la miopía.
Por eso pasó de largo
y no se comió a la niña
que llegó a casa contenta
aunque se llevó una riña.

jueves, 1 de febrero de 2018

Ya está aquí



Esta mañana, cuando comenzó a levantarse la niebla, escuché unos trinos conocidos que venían a agregarse a la algarabía de la legión de gorriones que habita en el jardín durante el invierno: era el jilguero que, después de su retirada a finales del verano, ha vuelto por sus fueros para marcar el territorio donde ubicará su nido en la ya próxima estación primaveral.
Todos los años hay unas ocho o diez parejas de jilgueros, amén de otras tantas de verdones, camachos y chamarines, que anidan en los árboles y el seto del jardín llenando con sus trinos el aire de los cálidos días de la primavera y el estío.
En definitiva, ya está aquí el jilguero que proclama a los cuatro vientos la despedida del invierno.