miércoles, 8 de octubre de 2014



Llegaste como el viento,
rozándome,
como esa niebla que aparece
en el letargo del otoño,
impregnándome todo con tu aroma,
introduciéndote por todos
los poros de mi piel,
calándome muy hondo.
Fue una emoción,
una ilusión, una locura,
una pasión ardiente,
un fuego loco
que nos quemaba la piel y las entrañas,
pero que nunca cesa
aunque atempera
su fuerza con los años que han pasado
mientras mantiene intacta su grandeza.

1 comentario:

  1. que cosa más bella Jota...
    yo siempre pensé que me pasaría algo así, pero últimamente siento que es más una cárcel con un bello recuerdo
    besos

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