Sol y sudor,
calles desiertas.
mañanas prematuras,
tardes eternas,
Cuando llega el ocaso,
ventilamos las casas
y regamos la acera
para tomar el fresco
y vivir en la noche
lo que durante el día no fue posible.
Es tiempo de salir a refrescarse
en algún "aguaúcho" del Paseo
a charlar con amigos y vecinos
o, como en otros tiempos,
a montar la tertulia en nuestra puerta
para "cortarle un traje" a Fulanita
y "arreglar el país" en dos minutos.
buena suerte con el blog jotaefe
ResponderEliminarLo mismo digo. Veremos cómo te va, emérito.
ResponderEliminarEmérito...
ResponderEliminarPara ser más exactos, jubilado, querido Jotaefe.
Saludos