Hoy tal vez te pueda regalar una sonrisa. Ya sé que es gratis, pero con la crisis todas las cosas toman valores hasta ahora insospechados.
¿Quién sabe lo que vale una caricia o un beso? ¿Quién sabe lo que puede valer en la bolsa de Londres un desprecio o una bofetada en la de Nueva York?
Sin embargo sabemos día a día, ¡qué digo día a día!, minuto a minuto o segundo a segundo lo que vale un barril de petróleo o lo que ha bajado el índice Nikey (que sepa Dios lo que será eso) o las venturas y, sobre todo, desventuras de la deuda española y, por supuesto, de la italiana, que, al parecer, las desgracias no vienen solas.
También parece ser importantísimo el asunto de la posible quiebra de la economía griega y las bajadas de nota (que no de pantalones ni de faldas) del Muddis ese que no sé ni siquiera si se escribe así.
Pero, volvamos al principio. Lo tengo decidido, hoy te voy a regalar una sonrisa porque ETA va a dejar de matar y eso no tiene precio.
Algunos días merece la pena que salga el sol.
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