Las
gotas se estrellaban contra el cristal de mi ventana mientras yo desnudaba mi
alma escribiéndote aquella carta de amor que nunca te envié y que he conservado
hasta hoy escondida en un cajón de mi armario para que nadie la encontrase y
pudiera profanar el sentimiento apasionado que en ella transcribí y que, hasta
hoy, no era menos fuerte que cuando en mí nació.
Pero, si
mis muebles no tienen carcoma ni nos hace falta espacio en la casa, ¿se puede
saber por qué has tenido que llevar el armario al punto limpio? Y, además, has
arañado la pintura del techo del coche porque la baca era pequeña.
se jodió el amor!! jajaja....
ResponderEliminarte dejo un par de besos
Eso es lo malo de guardar las cosas en determinados sitios.
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