miércoles, 28 de octubre de 2015

¡No quiero ni pensarlo!



         Menos mal que me lo advirtieron. La cosa tenía tarea pero tuve suerte y me avisaron a tiempo. La verdad es que no parecía que fuese un asunto complicado, pero… es que casi siempre peco de confiado y de buenazo que todo se lo carga para favorecer a los y a las demás. Podría haber sido mucho peor si llego a aceptar sin hacer preguntas antes… ¡no quiero ni pensarlo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario