Tenemos
en el jardín dos algarrobos, uno de ellos ya tiene un buen porte y cuando
florece sólo produce flores masculinas que atraen sobremanera a las abejas. Producen un zumbido perfectamente audible en todos los rincones del jardín.
Cuando comenzó a llover el día 3 de octubre, se interrumpió su laboreo en pro
de obtener polen, pero volvieron a la carga en cuanto volvió el sol. Así ha
sido durante todo el mes hasta que hoy no han vuelto y, parece ser, que han
abandonado su trabajo tal vez para encerrarse en su colmena esperando la
floración de los naranjos.
Estas
zumbonas visitantes del jardín no son en absoluto peligrosas siempre que no se
les moleste en su trabajo, tanto es así que me dejan incluso podar algunas
ramas sin dedicarme siquiera una mirada.
Volved cuando queráis. Siempre seréis
bienvenidas a casa.
A mi me gusta su zumbido y a libertad que nos das a gente tan inconstante como yo
ResponderEliminarUn besote enorme por mis ausencias
no las he oído en directo... cosas de vivir en la ciudad....
ResponderEliminarbesos.