Aquel recuerdo
de tu cuerpo perfecto,
desnuda tú
recostada en mi lecho
viene a mi cuando veo
las sábanas revueltas
de una noche fugaz
de pasiones feroces
y siento que deseo
volverla a repetir,
abrazarte de nuevo,
besarte, acariciarte
y sentir los latidos
de ese tu corazón
que golpea mi pecho,
que está pidiendo a gritos
que penetre en tu ser.
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