¡Niño, eso no se dice!
Y el niño no dijo ni pío, parecía una
esfinge faraónica, no movió ni un músculo de la cara.
¡Niño eso no se hace!
Y el niño no hizo nada, pero nada de
nada, absolutamente nada. Ni siquiera parpadeó.
¡Niño eso no se toca!
Y el niño no hizo ni caso. Se tocó la
nariz, sobre todo por dentro y… lo sacó.
es q sacarse la mocos es muy placentero
ResponderEliminarjajajajajajajaja
besos