La nostalgia
palpita en cada instante
de esta noche de
mayo calurosa
en que de nuevo me
siento reavivado.
Demasiado lentas
son sus horas
de madrugada
insomne y agitada
“menage à trois”
tenemos con la luna
que nos alumbra
como falsa aurora
y disfrutamos
vigorosamente
el flujo y la
humedad del tórrido deseo
mezclado con aromas
especiados
de cítrico de lima
y de miel pura.
Esta roja oleada de
fuego pronto cede
dando paso a
placeres y a goces infinitos
que llevan al
orgasmo que nos deja agotados
para caer en brazos
de Morfeo
que nos acuna hasta
que el sol se viene.
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