No
podía dar crédito a lo que sus ojos contemplaban. Sabía lo que iba a suceder a
continuación pero sus músculos se negaban a entrar en acción, era como si dos
enormes pesas de plomo tuvieran inmovilizados sus pies sin permitirles ni el
más mínimo movimiento al tiempo que sus brazos parecían estar sujetos por una invisible
camisa de fuerza. Se resignó a presenciar aquello que ya veía irremediable y se
relajó para no sufrir demasiado con el impacto que podía producirle el suceso
que se avecinaba… pero no ocurrió nada, decididamente había estado soñando
mientras dormitaba en el sofá para pasar la siesta.
No tomes literalmente lo que aquí se muestra, siempre puede haber una segunda lectura... o, tal vez, no.
Páginas
- Página principal
- Con ojos de niño
- Un asunto poco habitual
- Un menú diferente
- Tan lejos y tan cerca a la vez
- Una rubia de bandera
- La mujer de negro
- Una llamada de teléfono
- El misterio de los números
- El encargo de Marcos
- El asunto de la vieja llave
- La desaparición de Marta
- La gárgola
- Mi abuela Isabel
- Doble Vida
- Ella no era lo que yo suponía
- Un amigo demasiado misterioso
- Una vieja conocida
- Cambio de latitud
- Rigoberto
- El regreso de Rigoberto
- Rigoberto y el mar
- La ciudad en peligro
- El caso de la Baronesa promiscua
- La Leyenda del Arquito Quemado
- Una comida caníbal
- ROMANCE A UN PALMEÑO ILUSTRE
No hay comentarios:
Publicar un comentario