jueves, 27 de febrero de 2014

Otra dimensión



Había disfrutado con los textos que salían de su pluma. Su creatividad no le dio descanso y había pasado largos periodos de tiempo produciendo historias que nunca vieron la luz porque nadie quiso editarle ni una línea. Todo aquél bagaje de experiencias y de sensaciones dormía en un cajón de su mesa de escritorio. La verdad es que aquello era lo que le daba la vida día a día por eso cuando pensó que no tenía ya nada que contar y que su vena literaria se había agotado definitivamente se durmió plácidamente para ya nunca despertar: estaba residiendo en otra dimensión más acogedora.

2 comentarios:

  1. Un tesoro que compartió por
    los años de su vida y eso lo hizo
    feliz es lo que queda, eran otras
    épocas me quedo con ellas
    todavía guardo un cuaderno con escritos
    que no eh publicado era una niña cuando eso,
    pero este escritor porque así se le llama
    plasmo parte o casi toda su vida y dejó
    un legado que muchos deberian disfrutar.
    Bella historia jotaefe...Hoy escribí bien tu
    nombre ;). Besitos.

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