Cada
vez que le atendía aquella enfermera la salud de Juan Ambrosio mejoraba
ostensiblemente pero cuando no era ella quien le realizaba las curas, su estado
empeoraba o, como poco, se convertía en estacionario y sólo volvía a tener una
evolución positiva cuando ella volvía a estar de turno.
La cosa
no parecía tener una explicación científica pero la estadística era clara a
ojos vista aunque no tanto el porqué de aquellos cambios: ¿sería a causa de que
la bata era más corta o porque tenía las piernas más largas?
Las estadísticas mienten. Aunque esa parece ser de esas estadísticas con curvas.
ResponderEliminarese señor es un listo!!
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