Llevamos unos días en que la
temperatura ha subido y parece que el Verano no nos quiere abandonar, pero esto
no es más que el canto del cisne porque en unos días pasaremos al verdadero
Otoño que puede traernos tiempo más fresco e incluso lluvia que buena falta le
hace al campo.
Este último intento de perpetuar el
Verano se conoce con diversos nombres: Veranillo de San Miguel (por el día
29), Veranillo del membrillo (por la maduración de esta fruta que se produce en
estos días), pero a mí particularmente me gusta llamarlo “La calor del
membrillo”.
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