El viento poco a
poco se rebela
empujando las nubes
que a su paso
oscurecen el
estival paisaje
y chocan entre sí
como si fueran
torundas de algodón
deshilachado
que buscan
fusionarse bruscamente.
Rayos recorren el
pardo firmamento
cual serpentinas
flamígeras fugaces
que iluminan un
momento el panorama
abriendo paso al
horrísono estruendo.
La tormenta ha
estallado apedreando
los frutos que
maduran en verano.
mal asunto las tormentas de verano
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