Más ciego es el que
mira
pero sin darse
cuenta
de lo que hay
detrás de lo que muestra
la visión de la
primera ojeada.
Si tu mirar es ése,
si no miras
adentro,
nunca sabrás del
todo lo que miras,
nunca sabrás si
buscas o si encuentras.
Para saber mirar a los demás primero hay que saber mirarse uno mismo.
ResponderEliminarSaludos,
J.