Vagando sin sentido
va mi alma
en medio de
tinieblas y silencios,
sin brújula que
marque mi camino,
sin luz que me
ilumine en el viaje.
Habré perdido el
rastro del cariño
que siempre tú me
das sin menoscabo,
habré perdido el
norte, estoy seguro,
y estoy desesperado
y abatido.
Mas no por ello voy
a resignarme,
me quiero resistir
a este destino
que pende como
espada de Damocles
queriendo cercenar
nuestros amores.
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