Sólo es la soledad
que no la muerte,
se puede vivir solo
pero vivir.
La soledad está
llena
de momentos
felices,
son cuando
recordamos
tiempos mejores
pero cuando los
añoramos,
el sufrimiento
hace su aparición y
nos flagela
con su látigo fiero
que nos abre las
carnes
de nuestras almas
y nos rompe el
espíritu
en mil pedazos.
Ya aburren un poco los negativistas de la soledad. Si ellos le tienen miedo, ¿por qué nos lo imponen a los demás...?
ResponderEliminarSaludos,
J.