No sé nada de ti, nada de
nada
y nadie me da norte de dónde
estás.
Después de aquellos días te
escondiste
y nunca más quisiste
responder
pues yo sigo llamandote sin
pausa,
y sólo el eco acude a
contestar.
Responde, por favor, a mi
llamada
no sigas torturando mis
deseos,
amor es lo que guardo para
darte
y tengo el corazón a punto
ya
de reventar mi pecho y de
morir.
Hola Jose, solo vine a deleitarme con tus escritos...
ResponderEliminary a dejarte un saludo amable.
Gracias por tu visita
EliminarMucho clamor en tu petición..
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